Pariente nació en Valdemoro en el 20 de mayo de 1934.
Respecto a la llegada de los aires de libertad al municipio, lo describía como "un sentimiento en el que se entremezclaban conceptos como el de convivencia, paz, tolerancia y participación. En definitiva, progreso para todos".
Encabezando la candidatura de Unión de Centro Democrático (UCD), tomó posesión como regidor de Valdemoro el 19 de abril de 1979, cargo en el que se mantuvo hasta el 22 de mayo de 1983. Años en que la demografía de la villa contaba con aproximadamente 13.000 habitantes.
En la siguiente legislatura abandonó las siglas de Unión de Centro Democrático pero repitió candidatura como agrupación independiente, con la que consiguió cinco asientos en el salón del Pleno, los mismos que el PSOE; sin embargo no fueron suficientes para mantener la Alcaldía ya que el Partido Socialista formó coalición con el PCE (4 concejales). En el tercer mandato democrático ya no volvió a optar para formar parte de la Corporación municipal y se retiró de la política.
Pariente, como todos los alcaldes resultantes de las primeras elecciones municipales democráticas, tuvo que trabajar para crear en el municipio todo tipo de infraestructuras; proyectos que hoy podrían parecer menores constituyeron el eje fundamental de su gestión. Así, renovó la red de alcantarillado y amplió los suministros de agua y alumbrado. Entre sus realizaciones se cuentan las ocho primeras aulas del colegio Nuestra Señora del Rosario, que se constituyeron en el primer grupo de preescolar de la Comunidad de Madrid, la construcción del primer gran equipamiento deportivo de Valdemoro, el Polideportivo Municipal, y la puesta en funcionamiento del primer consultorio de la Seguridad Social. Así mismo, se creó el servicio de ambulancia.
En 2004, con motivo de la celebración del 25º aniversario de los primeros comicios locales, recibió el primero de los dos homenajes que le rindieron sus vecinos. Por entonces declaraba: "desde 1979 y hasta la actualidad, cada Corporación ha llevado a cabo en su momento los proyectos que han hecho posible que Valdemoro siga progresando en todos los sentidos". El siguiente fue el 21 de diciembre de 2009 cuando el Ayuntamiento reunido en sesión plenaria aprobó por unanimidad otorgar su nombre a una calle del nuevo barrio de El Hospital (UDE-OESTE NORTE)
El 4 de diciembre de 2013 sus restos mortales fueron trasladados del Tanatorio Municipal de Valdemoro a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción donde se celebró la misa fúnebre a las 16.30 horas. Acontinuación fue enterrado en el cementerio parroquial.
¿Cuáles eran las principales diferencias entre gobernar en aquel momento y hacerlo ahora?
En aquel momento andábamos a oscuras, ni siquiera teníamos, un lugar establecido donde dirigirnos. Hubo que hacerlo poco a poco y establecer las bases donde poder hacer funcionar el Ayuntamiento. El Ayuntamiento entonces, estaba vacío, estaba falto de todo. Había que ponerse en marcha para poder hacer algo, que para eso nos habíamos presentado. No tenía nada que ver con cómo se hace ahora.
Entonces no se dedicaban de manirá profesional a la política, sino que lo compaginaban con su trabajo y su vida personal. ¿Cómo conseguían hacerlo?
Yo únicamente era un hombre de pueblo, con mucho cariño por su pueblo. Así que podríamos decir que gobernábamos de lunes a viernes por la tarde y los sábados por la mañana. No había ninguno del equipo de gobierno que estuviese liberado, todos trabajábamos, así que teníamos que sacar el tiempo, muchas veces de nuestro propio trabajo, para poder dar el servicio al que nos habíamos comprometido cuando nos presentamos a esas elecciones. Para cualquier cuestión que hubiera que pedir, ya sea a Educación, al Canal, todos esos desplazamientos los tenía que hacer yo mismo, con mis propios medios
¿Podríamos decir que estaba todo por hacer?
Exactamente. Lo primero que yo me encontré fue la falta de aulas, hubo que habilitarlas en diferentes dependencias públicas del pueblo. Hasta que por fin conseguimos un colegio, se empezó a aumentar el número de aulas y conseguimos la capacidad necesaria. Entonces Valdemoro era mucho más pequeño y carecía de lodo.
¿Cuáles fueron los mayores logros para Valdemoro en su etapa como alcalde?
Sin duda fue el agua. Teníamos una tubería que compartíamos en mancomunidad con Ciempozuelos y San Martín de la Vega. Los alcaldes nos peleábamos por conseguir el agua para nuestro pueblo. Hubo que trabajar mucho con la Diputación, para que Valdemoro tuviera su propia tubería de agua. También estaban en muy mal estado los alcantarillados. Tras una gran tormenta todas las tapas de la zona del Paseo del Prado se habían levantado. Así que hubo que hacer colectores, hicimos el colector de Brezo. el colector Sur, el de El Restón. Que siguen funcionando todavía y muy bien. No había calles, no había aceras, había personal que no estaba dado de alta, es algo que tuvimos que hacer también. No sólo yo, todo el equipo de gobierno. Se plantó un gran pinar en los cerros de la Mira, que donó la diputación, se terminaron las piscinas, se hizo un pabellón de baloncesto. Todo a base de ir a pedir a todas parles.
¿Qué es lo que más echa de menos de aquellos años?
La verdad es que yo lo hice con mucho cariño. Y, aunque seguí ganando las elecciones parcialmente y, no quise pactar con nadie, no quise volver a ser alcalde. Yo me metí en esto, para cumplir esa legislatura, una legislatura en la que con muy poco dinero y muy pocos medios se hicieron muchas cosas. Mi mayor satisfacción fue hacer lodo lo que pudimos.
¿Hay alguna anécdota que recuerde especialmente?
Conseguimos que se hicieran 365 viviendas, que se adjudicaron con unos haremos que nos dio el Gobierno Civil, pero al parecer había disconformidades. Todos los grupos políticos estuvimos allí, llamamos al Cabo de los municipales, que entonces sólo llegábamos a eso y le dije que a todos los que estaban allí ocupando el Ayuntamiento no les faltara de nada, que les atendieran bien. Después me marché y me volvieron a llamar del Ayuntamiento, para decirme que se habían marchado todos. Así, sin enfrentamientos y sin problemas, dialogando. Algo que ahora se nos ha olvidado, ahora lo único que se hace es insultarnos unos a otros y descalificarnos, y no gobernar. Esa es la gran diferencia entre aquellos años y ahora. Cuando terminó mi legislatura, todos nos llevábamos bien, de todos los grupos políticos. La Corporación Municipal que yo presidí gastó en toda la legislatura 1.365 pesetas, porque cuando había que ir a alguna parte, cada uno se pagaba lo suyo.
Usted comentaba, justo antes de esta entrevista, que no se consideraba político.
Sólo soy un hombre de pueblo. Sólo quería dar un servicio a mi pueblo. Yo no tenía ningún interés político ni de acceder a ningún puesto. Siempre he vivido de mi trabajo, nunca he vivido del Ayuntamiento. Ahora la sensación que da y, en general es lo que piensan los ciudadanos, es que la gente se mete en la política para ganar dinero, cuando yo fui alcalde era lodo lo contrario, nos tocaba poner de lo nuestro.
¿Qué cambios considera más importantes en Valdemoro desde que usted fue alcalde hasta la actualidad?
Ha crecido mucho. Y yo, cada vez que veo una obra que se termina, la haga quien la haga, me satisface. Una cosa es que tenga mis diferencias de opinión con unos y con otros. Pero cuando veo que se luce una fuente, una calle, lo que sea, es una cosa que me enorgullece, porque es mi pueblo.
¿Cómo se sintió al conocer que una calle de Valdemoro llevaría su nombre?
Lo acogí con mucha satisfacción. Anteriormente, intenté que no me pusieran una calle, que ya lo intentaron antes. Yo no quería cobrarme ningún servicio por lo que había hecho. No necesito que se me pague nada. Lo hice todo por mi pueblo y lo agradezco mucho. Valdemoro me llena mucho, soy valdemoreño y muy orgulloso de serlo. Si entonces hubiésemos tenido la cantidad de medios económicos, se hubiesen hecho muchas cosas, pero hicimos lo que pudimos y un poco más.
¿Cuáles fueron los mayores logros para Valdemoro en su etapa como alcalde?
Sin duda fue el agua. Teníamos una tubería que compartíamos en mancomunidad con Ciempozuelos y San Martín de la Vega. Los alcaldes nos peleábamos por conseguir el agua para nuestro pueblo. Hubo que trabajar mucho con la Diputación, para que Valdemoro tuviera su propia tubería de agua. También estaban en muy mal estado los alcantarillados. Tras una gran tormenta todas las tapas de la zona del Paseo del Prado se habían levantado. Así que hubo que hacer colectores, hicimos el colector de Brezo. el colector Sur, el de El Restón. Que siguen funcionando todavía y muy bien. No había calles, no había aceras, había personal que no estaba dado de alta, es algo que tuvimos que hacer también. No sólo yo, todo el equipo de gobierno. Se plantó un gran pinar en los cerros de la Mira, que donó la diputación, se terminaron las piscinas, se hizo un pabellón de baloncesto. Todo a base de ir a pedir a todas parles.
¿Qué es lo que más echa de menos de aquellos años?
La verdad es que yo lo hice con mucho cariño. Y, aunque seguí ganando las elecciones parcialmente y, no quise pactar con nadie, no quise volver a ser alcalde. Yo me metí en esto, para cumplir esa legislatura, una legislatura en la que con muy poco dinero y muy pocos medios se hicieron muchas cosas. Mi mayor satisfacción fue hacer lodo lo que pudimos.
¿Hay alguna anécdota que recuerde especialmente?
Conseguimos que se hicieran 365 viviendas, que se adjudicaron con unos haremos que nos dio el Gobierno Civil, pero al parecer había disconformidades. Todos los grupos políticos estuvimos allí, llamamos al Cabo de los municipales, que entonces sólo llegábamos a eso y le dije que a todos los que estaban allí ocupando el Ayuntamiento no les faltara de nada, que les atendieran bien. Después me marché y me volvieron a llamar del Ayuntamiento, para decirme que se habían marchado todos. Así, sin enfrentamientos y sin problemas, dialogando. Algo que ahora se nos ha olvidado, ahora lo único que se hace es insultarnos unos a otros y descalificarnos, y no gobernar. Esa es la gran diferencia entre aquellos años y ahora. Cuando terminó mi legislatura, todos nos llevábamos bien, de todos los grupos políticos. La Corporación Municipal que yo presidí gastó en toda la legislatura 1.365 pesetas, porque cuando había que ir a alguna parte, cada uno se pagaba lo suyo.
Usted comentaba, justo antes de esta entrevista, que no se consideraba político.
Sólo soy un hombre de pueblo. Sólo quería dar un servicio a mi pueblo. Yo no tenía ningún interés político ni de acceder a ningún puesto. Siempre he vivido de mi trabajo, nunca he vivido del Ayuntamiento. Ahora la sensación que da y, en general es lo que piensan los ciudadanos, es que la gente se mete en la política para ganar dinero, cuando yo fui alcalde era lodo lo contrario, nos tocaba poner de lo nuestro.
¿Qué cambios considera más importantes en Valdemoro desde que usted fue alcalde hasta la actualidad?
Ha crecido mucho. Y yo, cada vez que veo una obra que se termina, la haga quien la haga, me satisface. Una cosa es que tenga mis diferencias de opinión con unos y con otros. Pero cuando veo que se luce una fuente, una calle, lo que sea, es una cosa que me enorgullece, porque es mi pueblo.
¿Cómo se sintió al conocer que una calle de Valdemoro llevaría su nombre?
Lo acogí con mucha satisfacción. Anteriormente, intenté que no me pusieran una calle, que ya lo intentaron antes. Yo no quería cobrarme ningún servicio por lo que había hecho. No necesito que se me pague nada. Lo hice todo por mi pueblo y lo agradezco mucho. Valdemoro me llena mucho, soy valdemoreño y muy orgulloso de serlo. Si entonces hubiésemos tenido la cantidad de medios económicos, se hubiesen hecho muchas cosas, pero hicimos lo que pudimos y un poco más.
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