Casa del Rey, Casa de San Nicolás y Colegio de San José

Estos han sido los nombres dados al edificio comprendido entre la Plaza del Conde, el callejón del Rey y San Vicente de Paúl.

Se cree que perteneció a la Compañía de Jesús hasta que los jesuitas fueron expulsados durante el reinado de Carlos III (1759-1788).

A partir de ahí, el inmueble paso a pertenecer a la Hacienda Pública, es decir, al patrimonio real, por lo que su nombre cambió para denominarse Casa del Rey.

Pasado un tiempo, fue comprado por don Diego Fernández de Vallejo, Marqués de Vallejo, que lo donó a las Hijas de la Caridad, que en agradecimiento al marqués le cambiaron el nombre, bautizando el edificio como Casa de San Nicolás, en homenaje a su esposa, Nicolasa Gallo.

En 1897, las monjas, además de prestar asistencia a las hermanas enfermas, comenzaron a llevar a cabo tareas educativas con el nombre de las Escuelitas de San José, algo que se continúa en la actualidad.


Vista de las fachada principales del Convento de San Nicolás

El conjunto del colegio San José y el convento de San Nicolás ocupa prácticamente una manzana completa localizada en la parte norte del casco antiguo de Valdemoro entre las calles de San Vicente de Paúl, San Nicolás, callejón del Rey y plaza del Conde. Originalmente, además de estas propiedades, poseía una amplia zona dedicada a huerto y eras, con noria y depósito de agua, entre las calles actuales del Apóstol Santiago, Tenerías y San Vicente de Paúl, hoy edificada.

El convento, de la congregación de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, comprende parte del callejón del Rey y de la calle San Vicente de Paúl. El colegio, en cambio, ocupa la parte sur y se abre a la plaza del Conde, callejón del Rey y calle San Nicolás, donde se encuentra la capilla.

Planta del conjunto, 1978
Archivo Casa de San Nicolás.

El resto de la manzana -zona noroeste- contiene edificaciones de servicio y patios de recreo del colegio. El convento, se compone básicamente de una construcción en forma de U con dos fachadas a la calle de San Vicente de Paúl, de acceso para personas y vehículos, y al callejón del Rey, y además, otra interior al jardín. 


El edificio tiene dos plantas y volumétricamente se asemeja a la arquitectura tradicional de Valdemoro, es decir, formas simples y rotundas sin elementos añadidos, suaves cornisas, cubierta de baja pendiente y fachadas que siguen las alineaciones de la calle. La diferencia estriba en su imagen formal culta de finales del siglo XIX -similar a la del Juncarejo o estación de ferrocarril-, consistente en grandes paños de aparejo a la toledana con esquinas de ladrillo y recercado de huecos del mismo material, dinteles en arco a sardinel e, igualmente, cornisa, pequeño alero e imposta decorados también con ladrillo.

Como sucede en el Juncarejo, el énfasis compositivo de la fachada principal es horizontal, contrarrestado por la verticalidad de los grandes huecos (ventanas con antepecho en planta alta y ventanas y puertas en la baja) y pilastrones de ladrillo en planta de acceso. Del interior, completamente reformado, sólo restan la escalera y el patio, cerrado por tres lados con las fachadas internas del edificio de dos plantas, que contienen el volumen de cuarto de octógono que alberga la escalera y una terraza meridional en el retranqueo de la primera planta; se abre el convento a dicho patio ajardinado con amplios arcos de ladrillo a sardinel acristalados que configuraban, originalmente, un claustro abierto.

Vista del claustro del Convento de San Nicolás

Sus acabados constructivos y formales son similares a los de los alzados principales. Las Casas del Rey y de Labor, situadas al sur de la finca y derruidas a finales de los años 60 del siglo XX para construir el colegio de San José, mantenían la alineación de la plaza del Conde, pero la nueva construcción tuvo que retranquearse respecto a la capilla, en la línea original.

Vista de la Casa del Rey (desaparecida). 
Memoria de Valdemoro I . Fotografías.

La capilla tiene acceso desde el colegio y se compone de una sola nave con dos coros sobre los pies y cabecera con ábside semicircular de ancho menor que la nave y retablo moderno. Se cubre con bóveda de cañón de sencillos arcos estructurales sobre lampetas eclécticas y cornisa moldurada que dibuja en todo el perímetro el arranque de la bóveda; el altar mayor tiene otra bóveda de cuarto de naranja e inicialmente se horadaba con varios vanos, con una imagen de la Virgen en el central, ante un rompimiento de gloria posterior pintado en el muro, hoy cegado.
Se ilumina mediante cuatro huecos verticales con vidrieras recientes en su fachada a la calle de San Nicolás. La existencia de los dos coros actuales en sustitución del original existente intermedio, que se derruyó, fue debido al aumento de una planta en el nuevo convento y la pérdida del nivel de acceso del forjado anterior.

Vista del interior de la capilla hacia el altar mayor

Al exterior, único elemento original que resta, muestra la capilla un alzado restaurado con dos huecos para iluminar el coro alto, contrafuertes de ladrillo visto, ventanas de la nave con arco de ladrillo a sardinel, imposta, cornisa y alero decorados con el aparejo del ladrillo y solución similar en el ábside, que en parte queda visto desde la vía pública.

Vista exterior de la capilla

Los marqueses de Vallejo donaron en 1878 a las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl una serie de propiedades en Valdemoro que se utilizaron con fines sanitarios particulares de la Congregación, localizados en dos puntos distintos de la población: en la parte oriental, en la calle Alarcón, denominado Casa u Hospital de San Diego, con terrenos que llegaban hasta la carretera de Andalucía y calle del Pozo Chico, y al norte, al menos dos grandes parcelas delimitadas por la plaza del Conde, callejón del Rey, calles de San Nicolás, Apóstol Santiago y Tenerías, separadas por la calle de San Vicente de Paúl, donde se construyó posteriormente la Casa de San Nicolás - a excepción de la Casa del Rey, al parecer, residencia de los donantes, que estuvo sin uso por problemas económicos-.

Don Diego Fernández Vallejo y su esposa Doña Nicolasa Gallo Alcántara.


Estaba dedicada a hermanas jóvenes convalecientes y en ella se abrió una pequeña escuela para ambos sexos. Dicha Casa del Rey, en la plaza del Conde esquina al callejón del Rey, tenía esta denominación por ser tradición que Felipe III, en sus temporadas en Aranjuez, despachaba con el duque de Lerma en esta vivienda de Valdemoro; además, Carlos IV la utilizó como punto de descanso en sus trayectos a dicho Sitio Real e incluso parece que perteneció a la corona.

La edificación era la típica casona de Valdemoro con dos plantas y cubierta a tres aguas, patio, cueva y corrales anejos, así como una finca cercada con era empedrada, huerta y jardín irrigados por pozo, estanque y noria -manzana edificada actual entre las calles de San Vicente de Paúl, Tenerías y Apóstol Santiago-, El aumento de las hermanas atendidas obligó a reformar y ampliar las dependencias de la Casa de San Diego, para lo cual se realojó a las hermanas de San Diego en la nueva Casa de San Nicolás, fundada en 1888 y situada en el extremo nordeste de la finca, en la esquina de las calles de San Vicente de Paúl y del Rey, que se debió finalizar en 1897, fecha de la placa conmemorativa dedicada a los marqueses de Vallejo.


En este año se establece la congregación de los Padres Paúles en Valdemoro para asistir espiritualmente a las monjas de San Nicolás, comunidad que requirió poco después fundar en la villa una residencia para los religiosos.

Unos diez años después de su fundación se abrieron las Escuelitas de San Nicolás con dos aulas, una para párvulos de ambos sexos y otra para niñas adolescentes, aprobado como centro de educación en 1925 y que constituye el germen del actual Colegio San José.

En el año 1945, el arquitecto Rafael Martínez Higuera redacta un proyecto de ampliación y reforma del convento de San Nicolás, referido principalmente a la adaptación de un pabellón existente en la casa para destinarlo a sanatorio propio de las Hijas de la Caridad; en dicho documento se plantea una galería y diversa obra de nueva planta.

Entre los elementos esenciales de la ampliación hay que mencionar la nueva escalera de uso exclusivo para este edificio y la terraza sobre la galería para uso de las convalecientes; los materiales constructivos en la parte ampliada de lavaderos y dormitorios son los mismos del cuerpo original, es decir, muro de fábrica de ladrillo y mampostería, y en la galería fábrica de ladrillo.

Cuatro años más tarde, en 1949, el aparejador municipal, Miguel Leyva, levanta los planos de las aulas de las Escuelas Mixtas de Párvulos Gratuitas de la Caridad de San Vicente de Paúl, sitas en la plaza del Conde, 4. Las modificaciones impuestas por el Ministerio de Educación y Cultura obligaron en 1965 a organizar la construcción del actual colegio, que se realizó de tres plantas, una más que el edificio original.

En la misma manzana se encontraba la Casa de Labor, aneja a la del Rey, una de las tres casas alimenticias en la provincia de Madrid propiedad de los jesuítas, probablemente del duque de Lerma y cedida a dicha orden tras la muerte de su último heredero directo a mediados del siglo XVII, como sucedió con la Casa del Rey de Arganda, aunque también se cree que podría haber sido comprada tras su constitución en Madrid en 1562, que fue perdida con la expulsión de dicha orden en 1767 y posterior desamortización de Mendizábal, realizada en el año 1837, para ser comprada por los Padres Paúles en 1898. En el momento de su expropiación se describía como perteneciente a las Clarisas una casa en la calle que sube al Cristo de la Salud por el juego de pelota con molino de aceite, dos patios, corral, cuadra, fachada principal con 39 pies (10,9 m) y superficie en planta 12.095 pies cuadrados (939 m2), que parece referirse a esta Casa de Labor. Tenía dos plantas la vivienda y los patios pórticos de pies derechos, al modo tradicional de la zona.

Fue comprada por los Gaviria y después los Vallejo, que la dividieron en dos partes en 1883 para proceder a su venta, por lo que se convierte en una hacienda independiente de la comunidad de Padres Paúles de la carretera de Andalucía, conjunto destruido al realizarse el nuevo colegio. Su acceso principal estaba en la calle de la Vera Cruz -hoy San Nicolás, 2-, mientras que el agropecuario -maquinaria agrícola, ganado- se hacía por la actual calle de San Vicente de Paúl, donde se conservan varias construcciones de esta tipología muy transformadas y de gran tamaño: contaba la casa, además de la almazara, corral y cuadra, graneros, vaquería, almacenes y otras dependencias destinadas a la labor, base económica de la Congregación.

En la parte occidental de dicha Casa de Labor, al ascender por la calle de San Nicolás, realiza la Casa homónima una capilla abierta al público -descrita anteriormente-, a la que se accedía por un pequeño patio; un largo corredor comunicaba esta zona con los patios porticados anejos al convento. Fue inaugurada en 1906 y se decoraba con un lienzo de Palmaroli sobre las Apariciones de Santa Catalina Labouré, destruido en la Guerra Civil.

La Casa de Labor albergó desde 1961 a 1969 la comunidad de Padres Paúles que había vendido su casa de la carretera de Andalucía. En 1968 sufrió un importante incendio que obligó a diversas reparaciones. Posteriormente fue trasladada a otra ubicación más cómoda para el movimiento de los aperos de labranza. En ese mismo año de 1968 se derruye la Casa del Rey y parte de la de Labor para construir un nuevo colegio, denominado de San José, inaugurado en 1970.

Los arquitectos José Luis Pico y Felipe Dosset realizan diversos trabajos para la comunidad de religiosas de San Vicente Paúl en la década de 1960 -depósito de agua, levantamientos de planos, etc-



Documentación
Archivo Municipal de Valdemoro. Sig. 808-3. Ampliación y reforma del Convento de San Nicolás, propiedad de las Hijas de la Caridad de San Vicente, 1945. Arq. Rafael Martínez Higuera. 
Archivo Municipal de Valdemoro. Sig. 808-4. Plano de los locales destinados a enseñanza en las Escuelas Mixtas de Párvulos Gratuitas de la Caridad de San Vicente de Paúl, 1949. Aparejador: Manuel Leyva.
Archivo de la Casa de San Nicolás. Planta del conjunto, 1978.
Archivo de la Casa de San Nicolás. Planta del estado actual, 1964. Arqtos. Felipe Dosset y José Luis Pico.

Bibliografía
BAILLO, R. Valdemoro. Madrid: Rubiños, 1891.
ORCAJO, A. "Reseña histórica de la Familia Vicenciana en Valdemoro", Anales de la Congregación de la Misión y de las Hijas de la Caridad, 2001, tomo 109, n° 4, págs. 303-81.


No hay comentarios:

Publicar un comentario