Atlético Valdemoro ha cumplido 50 años.

Un 15 de diciembre de 1966 nacía el Atlético Valdemoro, club decano de la localidad e histórico club de nuestra Comunidad, que llegó incluso a luchar por el ascenso a Segunda División "B" en sus buenos momentos y que a día de hoy, intenta sobrevivir en Tercera Regional sin dar su brazo a torcer.




Ese 15 de diciembre de 1966 se puso en marcha este entrañable club, su primera denominación sería Agrupación Deportiva Valdemoro vistiendo los colores del Rayo Vallecano, en la temporada 1967/68 jugaría federativamente en el grupo 1º de Tercera Regional, para al año siguiente ya bajo la denominación de Atlético Valdemoro se quedaba a las puertas del ascenso a Segunda Regional con una tercera plaza detrás del Arganda y el Ribereño (con quien empató a puntos).

El ascenso a Segunda Regional llegaría en la temporada 1969/70, lo lograría un 31 de mayo de 1970 venciendo en su campo al Tarancon por un cómodo 6-1, logrando también el liderato por delante del Ciempozuelos y el Ocaña.

Dejaría la Segunda Regional tras ascender a Primera Regional en la temporada 1971/72, debutando por tanto en la temporada siguiente en Primera Regional, temporada que coincidiría con la creación de la regional Preferente, categoría que lograría llegar al ascender el año siguiente, ya estaba a las puertas de la Tercera División, otro de los objetivos del equipo en esos años.

Hay que recordar que en aquella época había tan solo un grupo de cada una de esas categorías. El primer triunfo importante del equipo sucedería en la temporada 1973/74, en ese año militaba en Preferente y lograba la Copa Ramón Triana jugando la final contra el Arganda venciendo por 2-1, el conjunto rojiblanco había quedado primero de su grupo por delante del Rayo Vallecano Aficionado, era el máximo trofeo a nivel regional de la Federación Castellana de Fútbol.



Después de volver a Primera Regional el equipo valdemoreño lograría un nuevo hito en el fútbol de la localidad al ascender por primera vez a Tercera División un 3 de junio de 1979 tras vencer en el último partido de liga al Conquense por 2-1, lograba la segunda plaza de su grupo de Preferente por delante precisamente del Conquense.

En su primera temporada en Tercera División (1979/80) quedaría en 18ª posición de 20 equipos, manteniendo la categoría. En esa temporada llegaría otro de los buenos recuerdos del equipo, la eliminatoria de Copa del Rey ante el Atlético de Madrid a doble partido, el primero de ellos jugado en el municipal de Valdemoro dónde los colchoneros ganarían por 1-3, pero jugando un gran partido en el Vicente Calderón dónde lograrían empatar a 0.

Para la temporada 1980/81 el equipo se vería relegado al descenso, incluso bajaría hasta Primera Regional, sin embargo, el "alma" competitiva del club le volvería a colocar en Tercera División para la temporada 1985/86 tras una extraordinaria campaña en Preferente superando a equipos como Moscardó, Almagro, Fuenlabrada o Carabanchel.

En Tercera División jugaría siete temporadas consecutivas, otra de las épocas gloriosas del club, el Atlético Valdemoro volvería a hacer historia en la Copa del Rey en la temporada 1986/87, en esa temporada llegaría a jugar contra el Real Betis después de eliminar en partido único al Leganés y al Conquense, el encuentro contra el conjunto bético sería espectacular, un estadio municipal abarrotado de aficionados veía como los rojiblancos se marchaban al descanso con un 2-1, sin embargo en la segunda mitad el Betis lograba dos goles en dos minutos para remontar la eliminatoria quedando el partido 2-3 para el equipo de Primera División ante un conjunto de Tercera División.

En aquel partido arbitrado por Joaquín Ramos Marcos jugaron por el Atlético Valdemoro: Bravo, Gil, Goyo, Benito, Illana, Gómez, Dela, Menjíbar, Martín, Azcona (que marcó los dos goles del equipo) y Orcajo, también entrarían al partido, Pepito y De Diego.

En la temporada 1990/91 el Atético Valdemoro daría un paso más, al clasificarse para los playoff de ascenso a Segunda División "B", quedando en tercera posición detrás de Real Madrid "C" y Fuenlabrada. En los playoffs el equipo se vería superado por el Lalín y el Zamora, quedándose a las puertas del ascenso a Segunda División "B". Al año siguiente el equipo bajaría a Preferente.

Pero tras tres temporadas en la categoría antesala del fútbol nacional regresarían a Tercera para jugar en las temporadas 1995/96 - 1996/97 - 1997/98. Su última temporada en Tercera División fue en la temporada 2001/02 tras lograr un nuevo ascenso en la temporada anterior al quedar en segunda posición detrás del Orcasitas.

Atlético Valdemoro Temporada 1995/96

El equipo no pudo mantener la categoría, y desde entonces jugarían en Preferente y Primera Regional, las dificultades económicas y las penurias también han llegado al equipo, su declive ha venido unido al abandono institucional junto a los problemas económicos, el equipo bajaría a Segunda Regional en la temporada 2012/13 y a Tercera Regional en la temporada 2013/14, desde entonces permanece en la última categoría de nuestra regional, pero orgullosos de su historia y de su escudo.

El club ha estado cerca de desaparecer últimamente, pero aún sigue dando batalla en los terrenos de juego, de momento ha cumplido los 50 años, esperemos que sean muchos más y vuelva el equipo a apasionar a los valdemoreños.



Fuente:futmadrid.com

Procesión de San Isidro



Valdemoro es un pueblo cuya economía ha estado basada principalmente en la agricultura hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX.
Los agricultores valdemoreños, como en tantos lugares, se congregaron bajo la advocación de San Isidro, patrón de los labradores españoles desde 1960. Pero la devoción de los vecinos de Valdemoro hacia el santo protector de los campos y las cosechas debió iniciarse poco después de que fuera canonizado en 1622 por el papa Gregorio XV.

En 1728 un grupo de labriegos volvieron a reunirse para crear la Esclavitud de San Isidro, como aparece denominada la cofradía en el documento fundacional. A este periodo pertenece seguramente la primera talla, donada por Manuel de Miranda, uno de los fundadores, con el deseo expreso de que procesionara por las calles del pueblo el día de la fiesta principal (15 de mayo).
Desde entonces hasta 1936 se conservan testimonios documentales que indican un culto con un número importante de seguidores.

Los actos religiosos debieron interrumpirse durante la Guerra Civil, pero una vez finalizado el conflicto reanudaron sus actividades. Seguramente entonces los miembros de la hermandad adquirieron la imagen que se conserva en la actualidad y que ha sido fotografiada en numerosas ocasiones, conservándose alguna de estas imágenes en el Archivo Municipal.




El conjunto escultórico pertenece a las llamadas figuras de Olot, fabricado en pasta de cartón madera. Está compuesto por tres elementos: San Isidro, ataviado con ropajes de campesino medieval portando en su mano derecha una gavilla de trigo y un ángel que conduce una yunta de bueyes.



Esta otra fotografía corresponde a un momento de la procesión en el que un grupo de niñas y jóvenes vestidas con trajes regionales acompañan al santo llevando cestas con ofrendas de productos agrarios - 1953. El acompañamiento de estas niñas fue un hecho excepcional, pues tan solo se produjo durante un par de años a principios de la década de los años cincuenta del siglo XX. La procesión partía de la ermita del Cristo de la Salud –donde permanece el paso de San Isidro durante todo el año- y recorría las calles del pueblo y los campos adyacentes al casco urbano con el fin de que fueran bendecidos y produjeran buenas cosechas.

Actualmente se sigue manteniendo la tradición y los labradores valdemoreños cada 15 de mayo honran a su patrón como lo han venido haciendo desde hace casi 400 años.



Fuente: Archivo Municipal

Tiempo de música y toros



La tribuna de los músicos formaba parte indispensable de la escenografía creada para configurar la plaza de toros. Desde 1895 se conservan testimonios en el Archivo Municipal que refieren las condiciones específicas que debía cumplir el interesado en su construcción. Según los documentos, la plataforma de madera debía situarse delante de la casa consistorial y era el escenario idóneo donde la banda de música del colegio de guardias jóvenes Duque de Ahumada amenizaba los intermedios entre los lances realizados por los diestros.







Colegio de Guardias Jóvenes «Duque de Ahumada»



El 3 de mayo de 1844, el Presidente del Gobierno y Ministro de la Guerra, Capitán General Don Ramón María Narváez, acepta las siete condiciones impuestas por Ahumada para hacerse cargo de la dirección de la Guardia Civil.

El Real Decreto de la fundación de la Guardia Civil, aprobado en el Consejo de Ministros del 20 de Marzo de 1844, y sancionado por la Reina Isabel II el 28 de Marzo de 1844, era una adaptación de la idea original del Primer Duque de Ahumada, en 1820, "Legión de salvaguardias nacionales", mejorado en algunos aspectos y con relación a otros modelos europeos, como la Gendarmería francesa y los Carabineros reales italianos.

El 10 de Octubre de 1844, poco más de dos millares de hombres, soldados escogidos entre lo más valeroso del Ejército, a los que el Duque de Ahumada convirtió en nobles y austeros guardias civiles, echaron a andar por los caminos de España, iniciando así una leyenda que, con el tiempo, llegaría a ser de conocimiento universal.



En 1855, once años después de la fundación del cuerpo por el Duque de Ahumada, la Guardia Civil adquiere en Valdemoro el solar de la Real Fábrica de Paños Finos situado en el centro de la localidad, tras quedarse pequeñas las dependencias del actual Centro Municipal de Cultura de la localidad vecina de Pinto.

El arquitecto provincial Bruno Fernández de los Ronderos, responsable asimismo del Colegio Marqués de Vallejo, también en Valdemoro o el Teatro Eslava en Madrid, fue el encargado de proyectar el nuevo inmueble.

Tuvo la Compañía su primera ubicación en el Cuartel de San Martín, sede del primer Tercio de la Guardia Civil en Madrid, pasando ya con doce alumnos el día 31 de julio a la localidad de Pinto y, desde ésta, a la Villa de Valdemoro, con cincuenta y cinco jóvenes, el día 26 de marzo de 1.856, a la antigua “Real Fábrica de Tapices y Paños Finos del Reino” denominada “Los Longistas”. Uno de estos colegiales bautizaría a este centro con el sobrenombre de "El Corralillo".


EL PRIMER GUARDIA JOVEN
El día 22 de abril de 1.853 se concedió plaza en la recién creada Compañía de Guardias Jóvenes a Leandro García Fernández, ingresando en primero de junio, a la edad de ocho años, dos meses y dieciocho días. Se le adjudicó el número uno en el orden general, no obstante el primer Guardia Joven que salió del Centro fue Manuel Talón Domínguez, en el año 1.855, el mismo número le fue adjudicado el día 5 de noviembre de 1.856, cuando se empezó a conceder el número de colegial, ya en la localidad de Valdemoro.


APELATIVO POLILLA
 Con relación al apelativo cariñoso de polilla, con el que se identifica a todos los alumnos de Guardias Jóvenes, ya sean colegiados o exalumnos, corren varias versiones, dejando constancia de la siguiente: Se cuenta que, hace muchísimos años, con motivo de una revista al Colegio, El General Inspector del Cuerpo observó un diminuto agujero en el pecho del uniforme de un jovencísimo alumno, casi un niño. Al serle preguntado la causa del desperfecto, el chiquillo respondió con desparpajo; "Señor, debió ser alguna polilla; lo digo porque anoche no lo tenía". A lo que añadiría el General, con infinita ternura; "Tú si que estás hecho un buen polilla".


El año 1864, visitan la Escuela de Guardias Jóvenes S.M. la Reina María Cristina y el Príncipe de Asturias, futuro Alfonso XII, que es nombrado protector de la Compañía. Transcurre el tiempo y con él aumenta el número de alumnos, por lo que por Real orden de 2 de octubre de 1879, se dispone que el Establecimiento de Guardias Jóvenes, pase a denominarse "Comandancia de Segunda Clase, de Guardias Jóvenes".
Paralelamente a la denominación de Comandancia, se da ya a este Centro, la de Colegio, la que quedaría más adelante fija, al denominársele "Colegio de Guardias Jóvenes", completándola ya en el año 1956 el entonces Director General del Cuerpo, Excmo. Señor Teniente General, Don Pablo Martín Alonso con la de "Duque de Ahumada" para así honrar y perpetuar a su ilustre Fundador. Pero el Colegio de Guardias Jóvenes “Duque de Ahumada”, que es el nombre actual de la en principio Compañía, oficialmente desde el año 1.956, aunque el Reglamento del Colegio del año 1.934 ya le da esa denominación.

Tradicional fiesta con imposición del prestigioso tricornio a los jóvenes que terminaban con aprovechamiento el plan de estudios del Colegio Duque de Ahumada.

Las letras “GJ” –Guardia Joven- del emblema y chapa del cinturón, han sido y son sus distintivo característico.

 En 1936, con el estallido de la Guerra Civil, los alumnos del centro de formación son evacuados al Balneario de la Fuensanta, cerca de Ciudad Real, mientras que el edificio es acondicionado como hospital de sangre. En 1940, una vez finalizado el conflicto, el colegio retoma su actividad habitual.

 Durante la década de los sesenta, el edificio empieza a ser insuficiente para las necesidades de una cada vez más profesionalizada Benemérita, y se adquieren varias fincas a las afueras del municipio con el fin de construir unas nuevas instalaciones.

En 1972 se inaugura el nuevo colegio y se abandonan definitivamente las instalaciones. Tras el derribo del edificio, en 1987 la parcela se transforma en el Parque Duque de Ahumada, conservando varios muros del antiguo colegio como cerramiento. En este parque y la plaza "Duque de Ahumada", podremos visitar estatuas conmemorativas..


Otra estatua de “el abuelo” como fue llamado cariñosamente, fue colocada en su día en la plaza que lleva su nombre en la Villa y que actualmente se encuentra instalada en el Patio de Armas del Colegio, delante del pabellón de aulas.

 Compuesto de dos peldaños de gradería de granito, zócalo del pedestal de mármol gris de Bardillo, basamento de piedra blanca dura de Almorquí y unos carteles tallados en mármol blanco de Italia, con las siguientes inscripciones:
“Al Excmo. Señor D. Javier Girón y Ezpeleta, Duque de Ahumada, organizador y primer Inspector General de la Guardia Civil.” 
“El Duque de Ahumada nació en Pamplona el 11 de marzo de 1.803. Murió en Madrid el 18 de diciembre de 1.869. Se erigió este monumento por suscripción entre las diversas clases del Instituto, en justo homenaje a la memoria de su ilustre organizador, inaugurándose en 1.892, año XLVIII de la creación del Cuerpo.”

La estatua, fundida en bronce es de dos metros de altura, y se halla en traje de capote y de montar, con sombrero puesto, y mostrando en la mano derecha un pliego que representa la Real Orden de fundación del Colegio de Guardias Jóvenes. El autor del monumento es el señor Nicoli. En los lados derecho e izquierdo del dado se han colocado otros carteles:
“El 10 de junio de 1.864 S.M. la Reina Isabel II nombró protector de este Colegio de Guardias Jóvenes a S.A.R. Don Alfonso de Borbón Príncipe de Asturias. En el día de hoy S.A.R. Don Felipe de Borbón Príncipe de Asturias ha presidido los actos de renovación de este Real Patronato. 27 de junio de 1.995.” 
“La Asociación de Antiguos Alumnos de los Colegios de la Guardia Civil como homenaje al viejo Colegio Duque de Ahumada y como tributo de gratitud al que fue semillero de formación y escuela del honor durante tantos años. 28 de marzo de 1.971.” 

DUQUE DE AHUMADA
(Pamplona, 1803 - Madrid, 1869)


En recompensa a los eminentes servicios realizados por su padre, a los doce años fue nombrado capitán del regimiento provincial de Sevilla.
A la edad de quince años, participó en los combates que en Cádiz mantuvieron realistas, y liberales.
En 1823 hubo de emigrar, para no verse inmerso en el proceso abierto a los Guardias de Corps de Palacio y fue ascendido a teniente coronel.
En 1831 se le nombró Coronel de Infantería. Más tarde, Comandante del segundo Batallón de Granaderos y después, Brigadier de Infantería, Jefe de Estado Mayor, Comandante General de la Primera División a las órdenes del General Narváez.
Entre sus servicios destaca: el apoyo al Infante Don Isidro en su marcha hacia Portugal; formó parte del cordón sanitario establecido en Sevilla con motivo del cólera morbo; batió y desarmó a la Brigada de carlistas que se estaba organizando en Córdoba y diezmó a la partida carlista de Don Basilio, en La Granja.


Más tarde se incorporó al Ejercito del Centro, distinguiéndose en gran número de hechos, por los que fue promovido al empleo de Mariscal de Campo en 1840. Contaba entonces con cuarenta años de edad.
 El 15 de Abril de 1884, el Ministro de la Guerra General Mazarredo nombra Inspector General de la Guardia Civil al Mariscal de Campos Don Francisco Javier Girón y Ezpeleta Las Casas y Enrile, Quinto Marqués de las Amarillas y Segundo Duque de Ahumada, hijo de aquel otro Duque de Ahumada, Ministro liberal y autor de las Salvaguardias Nacionales en 1820, a la sazón, uno de los generales de más prestigio en el Ejército Español.




"El honor ha de ser la principal divisa del Guardia Civil; debe por consiguiente conservarse sin mancha. Una vez perdido no se recobra jamás"



I
lustración sobre la cooperación que la Compañía de Guardias Jóvenes prestó para extinguir el incendio ocurrido en una era de Valdemoro en el verano de 1860.



Como referencia a los primeros 30 años de historia del colegio, sugiero el libro titulado “Reseña Histórica y Orgánica del Colegio de Guardias Jóvenes desde su fundación en 1853 hasta fin de 1881”, disponible en la Biblioteca Nacional (signatura: 1/61664), copia en la de la Dirección General, editado en el año 1.883, del que es autor Andrés Molinero y Gómez Cornejo - Guardia Joven y luego profesor del Centro.


Pedro López de Lerena

 
 Pedro López de Lerena y de Cuenca, Conde de Lerena. (Valdemoro 30 de abril de 1734 , Madrid 2 de enero de 1792) 
1er Conde de Lerena, IVº Marqués consorte de San Andrés (1734-1792), Caballero de la Orden de Santiago, Ministro de Hacienda y de la Guerra.


Hijo de Don Manuel Elías López de Lerena Cuenca y de Dña Andrea de Cuenca y Humanes. Tras obtener plaza como funcionario de la Real Hacienda se trasladó a la ciudad de Cuenca, donde residió durante algunos años. Allí conoció al Conde de Floridablanca, quien lo seleccionó para desempeñar diversos cargos públicos. 

 Tras cursar estudios en la Universidad de Salamanca, se dedicó al comercio. El 14 de abril de 1766, siendo Caballero del Estado de Aguisados y Administrador de la Renta, fue nombrado Interventor del Pósito en Cuenca; en 1770 asumió el cargo de Contador de Propios y Arbitrios y Contador de Cuentas Reales en la misma ciudad de Cuenca e impulsó la construcción de los Baños de Aguas Medicinales de Solán de Cabras en dicha provincia. Fue también Regidor Perpetuo de las ciudades de Cuenca y Santander y Regidor Perpetuo Honorario de la Imperial Villa de Madrid. 

 Poco después es nombrado Superintendente del Canal de Murcia, Comisario Ordenador de Guerra, Intendente del Ejército en Mahón, donde dio muestra de su celo y eficacia, lo cuál le llevó también a ocupar el cargo de Intendente de los Reinos de Andalucía y Asistente de Sevilla (1782-1785). En 1783, en Sevilla, hubo de realizar una importantísima labor de recuperación de la ciudad tras una tremenda inundación, por ese motivo se denominó a una de sus calles "Calle de Lerena". 

 Tras el fallecimiento de Miguel de Múzquiz y Goyeneche (Conde de Gausa), el rey Carlos III le confirió la Secretaría de Estado y del Despacho Universal de Hacienda de España e Indias el 25 de enero de 1785. 

 Asumió interinamente el Ministerio de Guerra, al frente del cual hubo de permanecer varios años hasta que él mismo solicitó al Rey el 9 de mayo de 1787, que le exonerase, pues el Ministerio de Hacienda requería toda su atención; el rey accedió a la petición de Don Pedro López de Lerena y nombró a Don Jerónimo Caballero Ministro de la Guerra el día 22 de junio de 1787. A modo de curiosidad, Don Pedro López de Lerena solicitó autorización para firmar la gran cantidad de Documentos que corresponde a sus cargos como Pedro de Lerena, simplificando así esta labor, a lo que el rey accedió por decreto del 3 de marzo de 1785. 

 En el mismo año 1787, según decreto del 8 de julio, se estableció la llamada Suprema Junta Ordinaria y Perpetua del Estado, de la cuál formó parte el Ministro López de Lerena junto al resto de Ministros del Reino. Esta junta se puede considerar como el Origen del Consejo de Ministros de España. Fue también, don Pedro de Lerena, Virrey de Chile (1788), fue sustituido poco después por el Virrey Lemos.

 
José Suárez - Óleo sobre lienzo 1788 

 Tras el fallecimiento de S.M. el Rey Don Carlos III en diciembre de 1788, Don Pedro López de Lerena, que era también Notario Mayor de los Reinos de Castilla y de León, ejerció como testigo en los actos fúnebres correspondientes y en los Testamentos de S.M. 

 El rey Carlos IV le confirmó como Ministro de Hacienda, cargo en el que permaneció hasta su fallecimiento el 2 de enero de 1792, entonces fue sustituido por el bilbaíno don Diego de Gardoqui y Arriquibar. Fue además nombrado Consejero de Estado en enero de 1789, mostrando así el rey gran consideración hacia el Ministro Lerena. 

 Durante el reinado de Carlos IV, en el año 1791, don Pedro López de Lerena promovió la navegación de los barcos españoles en torno a unas islas de Canadá, las islas Denman; por ese motivo se llamó a dichas islas "Islas de Lerena", nombre que fue modificado en 1850 por el de "Hornby Islands" o "Denman Islands". 

 Don Pedro López de Lerena había sido nombrado Conde de Lerena el 10 de marzo de 1791, quedando cancelado en este acto el título de Vizconde de López que ostentaba hasta entonces. En ese momento era también Marqués de San Andrés de Parma. 

 Desde su cargo de Ministro, López de Lerena contribuyó a mejorar su localidad natal, Valdemoro, disponiendo que se fundara en ella una escuela municipal financiada con su dinero y que se dejara estudiar gratuitamente en ella a los pobres. Como muestra de agradecimiento, su pueblo denominó a las escuelas "Don Pedro López de Lerena" y le dedicó una de sus plazas, "Plaza del Conde de Lerena". También embelleció Valdemoro, encargando tres lienzos a Mariano Salvador Maella para decorar el altar de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del municipio. Éste falleció antes de realizar las obras y Pedro López de Lerena decidió encargárselas a Francisco de Goya y Lucientes y a los hermanos Bayeu, Ramón y Francisco. 

 Pedro López de Lerena contrajo matrimonio en tres ocasiones. En primer lugar con Doña Isabel Martínez Moral; tras el fallecimiento de ésta se casó con Doña Juliana de Lomas, y tras enviudar de nuevo, casó con Doña María de la O Josefa Teresa Piscatori Díaz de Lavandero, Marquesa de San Andrés de Parma, quien era nieta de Mateo Pablo Díaz de Lavandero y Martín de Córdoba, Marqués de Torrenueva, que había sido Ministro de Hacienda, Marina e Indias entre 1736 y 1739.

 
Retrato de la IVª Marquesa de San Andrés Agustín Esteve - Óleo sobre lienzo 

 Tras su fallecimiento el 2 de enero de 1792, debido a un grave ataque epiléptico, apareció la siguiente reseña en la Gaceta de Madrid: 

  "El 2 del corriente falleció en esta Corte a los 57 años, 7 meses y 28 días de edad el Exc.Sr. Don Pedro López de Lerena, Secretario de Estado y del Despacho Universal de Hacienda de España e Indias, gobernador del Consejo de Hacienda, Presidente de sus Tribunales y superintendente general de rentas, fábricas y casas de moneda. Sirvió a Su Majestad con el celo, actividad y acierto que es notorio por el tiempo de 26 años en varios empleos y comisiones del real servicio, entre los cuales merecen particular memoria la intendencia del ejército que tomó el castillo de San Felipe en Mahón, la del ejército de Andalucía y del que bloqueó a Gibraltar, y la asistencia de Sevilla en que hizo servicios muy distinguidos, especialmente en esta ciudad con motivo de la extraordinaria riada que ocurrió en ella a fines del año de 1783. En 25 de enero de 1785 fue nombrado Secretario de Estado y del Despacho Universal de Hacienda, que obtuvo hasta su muerte, y también se le confirió interinamente la Secretaría de Estado y del Despacho Universal de la Guerra, que desempeñó con real aprobación hasta que el rey padre se dignó a admitir la renuncia que hizo de ella después de haberla servido por espacio de dos años y medio. En estos difíciles y otros delicados encargos del real servicio, y en el despacho de los negocios de Hacienda de Indias, que se le agregaron por Real Decreto de 25 de abril de 1790, acreditó la misma inteligencia que había manifestado en sus anteriores comisiones."

Don Pedro López de Lerena publicó entre otros libros: 
 Memoria sobre las Rentas Públicas y Balanza Comercial de España, Madrid (1789-1790), ISBN 84-7196-851-7. 
Reglamento General de las Reales Fábricas de Cristales de San Ildefonso, (1787) ISBN 84-404-6408-8. 

 Cabe destacar que la influencia del Ministro Lerena en el Ministerio de Hacienda se prolongó durante décadas tras su propio fallecimiento, pues es fácil ver a numerosos miembros de la familia López de Lerena que han sido funcionarios de la Real Hacienda a lo largo de los años, Don Pedro, Don Santos y Don Sebastián López de Lerena Ortega, Don José y Don Julián López de Lerena Sánchez, Don Ángel López de Lerena Hermosa, Don Ignacio López de Lerena Carrero, Don Julián López de Lerena Rodríguez-Matamoros, entre otros muchos miembros de esta familia.

 
Genealogía 




 Música: José de Nebra, Aria: Adiós, prenda de mi amor, María Bayo, soprano, ópera Amor aumenta el valor.

Fray Pedro de Aguado

Eclesiástico y cronista español.


Aunque no se sabe el día exacto de su nacimiento, sabemos que nació en Valdemoro y que fue bautizado el 23 de enero de 1513. También que perteneció a una familia de importante posición social y económica, pero no se conoce información con respecto a cuándo se hizo sacerdote y a otros datos de su vida antes de viajar a América. Igualmente nada sabemos sobre sus estudios, aunque se sostiene que fue doctor en teología y matemáticas. 

Pedro Aguado fue un franciscano que se desempeñó como misionero, evangelizando a los indios del nuevo continente. Se fue al nuevo mundo en 1560. Formaba parte del grupo de 50 religiosos que llevó fray Luis Zapata, nombrado entonces comisario-reformador de la orden franciscana para el Perú. Arribó al Nuevo Reino de Granada, y a partir de entonces comenzó su labor como misionero, para evangelizar a los indios. 

 Fue doctrinero de Cogua, Nemeza y Peza, durante dos años; y según está manifestado en un documento recientemente encontrado, también lo fue de Bosa. Conoció la provincia de los Panche y es probable que haya visitado la ciudad de Cartagena, pero ya como provincial de su orden. 

 A sus oraciones y las de los indios recién convertidos se debía aquel hecho milagroso que destacan los declarantes de la "probanza". Un gusano negro había invadido los terrenos de los indios paganos de Nemocón, destruyéndoles sus maizales. Convidados los de Cogua a acompañarles en su "beber y tirar y hacer otros ritos malos, según su antigua costumbre, que es todo encaminado al demonio", los de Cogua, recogidos por el fraile doctrinario en la iglesia, rechazaron la invitación. El gusano negro no pudo franquear un riachuelo que dividía ambos terrenos, los de Nemocón y Cogua, ahogándose en él por millares.
 

Casi milagrosa fue también la conversión de un mohán quien delató a fray Pedro el lugar donde los indios tenían sus santuarios para hacer ofrecimientos a sus dioses. El fraile convirtió al mohán al catolicismo, rompió los ídolos a la vista de todo el pueblo y "allí predicó a los indios que se hallaron presentes muchas cosas en loor a Nuestra Santa Fe Católica..." 

 De sus demás actividades se sabe que fue, en dos ocasiones, guardián del convento en Santafé y, tal vez, en Tunja. En 1573 fue nombrado provincial de la orden de San Francisco, dos años más tarde regresó a España. Fue testigo de muchos de los acontecimientos sucedidos durante la conquista americana, por lo que escribió "Recopilación Historial", que dedicó a Felipe II. 
Sin embargo, su obra fue publicada luego de su muerte en dos partes. Las mismas se titularon: "Historia de Santa Marta y Nuevo Reino de Granada" (1906) e "Historia de Venezuela" (1913).
 

En ella Pedro Aguado narró los sucesos que vivieron tanto los españoles como los indígenas. Por ser obras de validez testimonial, éstas fueron reeditadas por la Academia Española de la Historia entre 1916 y 1918. De esta manera, se logró destacar su gran labor como cronista. 

  «No deben ser olvidados por silencio los hechos y obras tan heroicas de nuestros naturales españoles, en especial aquellos que para honra y gloria de Dios sean hechos, y como quiera que por la mayor parte sean los hombres de flaca y frajil memoria, porque nuestro Dios, con su grande sabiduría, a mover los corazones de algunos para que escribiendo las tales obras y haciendo libros e historias, sean por esta manera reducidos a la memoria, a lo cual con facilidad son movidos por el gusto y contento que dello reciben, por la memoria que dellos queda en los libros que componen de obras virtuosas y notables hechos pasados: por que como dice Balerio, no ay humildad en el mundo, por grande que sea, que no sea tocada de dulzura y contento, y porque la memoria de los hechos y hazañas pasadas es un ejemplo para consultar las verdaderas.» 

Fray Pedro de Aguado (1918) [1582], Historia de Venezuela, Madrid: Publicaciones de la Real Academia de la Historia. 


 Música: La misión - Ennio Morricone 

Patrimonio Histórico



Pese a que la localidad no es muy conocida por su patrimonio histórico y cultural, alberga numerosos edificios de interés. De hecho, su casco histórico está incluido en el Registro General de Bien de Interés Cultural del Ministerio de Cultura, siendo uno de los diecisiete pueblos de la Comunidad de Madrid catalogados como "Conjunto Histórico Artístico". También forman parte de dicho registro la iglesia parroquial y la ermita del Cristo en la categoría de "Monumento Histórico Artístico", y el paraje de El Espartal en la categoría de "Zona Arqueológica".

La Comunidad de Madrid incluye al municipio en varias rutas culturales, destacando las rutas por las Plazas Mayores de la Comunidad y las del Barroco.



Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción

De estilo barroco, es el edificio más importante del conjunto monumental del municipio. Consta de una nave central de 60 por 28 metros con cuatro capillas laterales a cada lado. Los materiales empleados en el exterior son el ladrillo y la mampostería de piedra. Gracias a la intervención de Don Pedro López de Lerena, alberga pinturas de Goya, y de Bayeu; también encontramos pinturas de Claudio Coello.



Ermita del Santo Cristo de la Salud

De estilo barroco que debido a las múltiples reconstrucciones sufridas, combina multitud de estilos. Consta de una nave central cubierta con bóveda de cañón y seis capillas laterales.



Convento de Santa Clara

Se construyó bajo el mecenazgo del Duque de Lerma a principios del siglo XVII. El convento se distribuye en torno a un claustro central cuadrado, como la mayoría de construcciones monásticas de la época.



Fuente de la Villa

Fuente construida en 1605 a raíz de la concesión del privilegio de feria concedido por Felipe III a la Villa. Está construida en piedra de Colmenar, consta de tres caños y está coronado por el primer escudo conocido de la Villa.



El Juncarejo

Construido por Bruno Fernández de los Ronderos en 1885, en la actualidad alberga el Colegio Marqués de Vallejo, cuyo alumnado está compuesto básicamente por niñas y niños de familias vinculadas a la Guardia Civil. El edificio principal es de dos plantas, y está construido en aparejo toledano.



Plaza de la Constitución

Plaza de forma rectangular que obedece a la tradición castellana, con soportales y balconadas de dos cuerpos. Entre sus construcciones destacan la Torre del Reloj, construida en la segunda mitad del siglo XVII, la Casa Consistorial, reconstruida en 1994, y el Ayuntamiento Nuevo, obra de Sánchez Hinojal, e inaugurado en 1990.



Torre del Reloj

La torre, situada en la plaza de la Constitución es uno de los símbolos más reconocibles del municipio. Data del año 1672 y fue construida por el arquitecto Cristóbal Rodríguez de Jarama. El edificio donde se sitúa fue construido en el siglo XVI, aunque en 1609 su fachada fue reformada por Francisco de Mora.



Casa Consistorial

El edificio original data del siglo XVI, si bien a lo largo de su historia ha sufrido numerosas reformas y rehabilitaciones. La primera data de 1609, cuando el arquitecto Francisco de Mora reformó los soportales. En 1994 fue rehabilitado y desde entonces alberga la Concejalía de Educación y Salud.



Casa de la Inquisición

Casa de labor del siglo XVII situada en la céntrica Plaza de Autos. El origen de su nombre es incierto, si bien se descarta su relación con la Inquisición española, puesto que en Valdemoro no existían tribunales de este tipo.



Paraje de EL Espartal y Arroyo de la Cañada


Además de la categoría de "Zona Arqueológica" de El Espartal, albergan la mejor comunidad halohidrófila de la Comunidad de Madrid, con interesantes especies vegetales endémicas y con un muestrario de los más importantes hábitats naturales de zonas salinas y gipsícolas incluidos en la red Natura 2000 que se pueden encontrar en el centro de la península ibérica.



Video:Ave Maria (G. Caccini) - Coral Villa de Valdemoro

Diferentes indicios arqueológicos de presencia humana



Otros indicios arqueológicos de presencia humana en Valdemoro se remontan a la Edad del Hierro, hallados en la finca de El Espartal, al este del municipio.
De la Edad del Bronce abundan los fondos de cabaña, así como algunos poblados que evidencian el carácter estratégico de la zona.
Del periodo Calcolítico se han encontrado numerosos elementos materiales: puntas de flecha, cuchillos, lascas y láminas en sílex, cuarcita e incluso fibrolita.


Pero sin duda, el yacimiento de mayor importancia de la localidad es el llamado Vaso Campaniforme de Ciempozuelos, hallado en el extremo sureste del término municipal de Valdemoro, pero más próximo al casco urbano de Ciempozuelos.
De la época romana, hay restos de una villa tardorromana, que tuvo continuidad hasta el periodo visigodo. Hay otra forma de decirlo que es que los arqueólogos se alojaron en Ciempozuelos ya que en Valdemoro las hostales estaban llenas.


La finca de El Espartal está declarada Bien de Interés Cultural, en la categoría de Zona Arqueológica.

Escudo de armas (S. XVII)



El escudo actual de la villa de Valdemoro data de 1969 y fue aprobado por el decreto 1.055/1969 de 9 de mayo con la siguiente descripción heráldica:

“de azur, castillo de oro, mazonado de sable y aclarado de gules, adiestrado de un rey, coronado de oro y con cetro a la diestra y encadenado a las almenas del castillo con eslabones de plata. Bordura de oro con la leyenda Valdemoro en su punta en letras de sable. Al timbre, corona real de España”.


Presentada por la Concejalía de Régimen Interior e informada por la Archivera Municipal, el escudo elegido siguió la recomendación de la Comisión Asesora de Heráldica Municipal de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía.

La gran suerte de tener un escudo de armas esculpido en piedra con más de cuatro siglos de antigüedad coronando la Fuente de la Villa, facilitó la adaptación de su imagen a las normas que establece la Heráldica.





Música: Un cavalier di spagna - Anonimo