Edificio estación de ferrocarril y anejos.

Valdemoro constituye uno de los puntos de paso de la linea férrea Madrid-Aranjuez, segunda que se establece en España, inaugurada en 1851 para conectar la corte con uno de los Reales Sitios más importantes y continuar hacia los tres grandes puertos mediterráneos de Alicante, Cartagena y Valencia. La empresa propietaria era la Compañía Madrid, Zaragoza. Alicante (MZA), existente como tal hasta 1941, cuyos efectivos se traspasaron a RENFE.

En el artículo El ferrocarril en Valdemoro de este blog, puedes encontrar algo más de información referente a la propia línea férrea, pero ahora vamos a centrarnos en el complejo ferroviario en sí.

En el recorrido por el término de Valdemoro constaría de varias edificaciones: la estación, construida a la derecha de la línea, la casilla del guarda, la casilla de Buzanca y la casilla o choza de La Calderona.

Vista de la estación original. Litografía de Pic de Leopold - 1851

La estación original, inaugurada en 1851, tenía una sola planta, cubierta a cuatro aguas y sala de espera con dos porches -uno de acceso y otro al andén- de pies derechos de madera y zapatas sobre dados de piedra similares a los de la arquitectura popular de la zona; posterior­mente se acristaló con tres vanos rematados con arcos de medio punto. En su interior se distri­buyen despacho de billetes, de equipajes, alma­cenes, salas de espera, salón de registro, café, fonda, oficina del jefe de estación y habitación para los guardas y vigilantes. El muelle, además de contar con una casilla de enclavamientos total­mente acrisialada y asimismo con cubierta a cuatro aguas, disponía de una hileras de árboles de sombra. El conjunto se completaba con los retretes, viviendas y estacionamiento de tartanas.

Vista de la estación original - 1900

Sufrió un primer incendio en 1882 -se salva una tercera parte de la estación-, y se recons­truye el resto después, posible momento de cierre del vestíbulo abierto. Posteriormente, en 1926, volvieron a incendiarse el edificio de viajeros y las viviendas, que quedaron completamente destruidos, por lo que se procede a la construc­ción de uno nuevo bajo proyecto del ingeniero Barón, que es el existente en la actualidad. 

Planta baja del edificio de viajeros, 1926

En la Guerra Civil sufrió diversos desperfectos que fueron reparados. Hasta el año 1947 contaba la estación de Valdemoro con el edificio de viajeros, la casilla de enclavamientos, viviendas de emple­ados, retrete y muelle cubierto, en este momento se realiza un proyecto de ampliación de andén -previamente ampliado en 1886 y 1910-y algo después el transformador y otras instalaciones en 1957. El primer muelle de mercancías se realizó en 1860 y dos años después se proyecta un apar­tadero para las canteras de Valdemoro.
Este complejo ferroviario de Valdemoro se sitúa a un kilómetro del casco urbano, en su parte oriental, y ha propiciado desde su cons­trucción el desarrollo del núcleo hacia este punto.

El conjunto comprende el edificio de viajeros, la caseta de enclavamientos, un muelle cerrado, el centro de transformación, un edificio residencial reformado de propiedad privada y diversos edificios modernos sin interés; para la implantación de la línea férrea se reali­zaron una serie de obras públicas, como el gran puente sobre el camino de San Martín de la Vega y el menor sobre un antiguo arroyo hoy cegado; el paso del camino de Gózquez sobre la línea y diversas actuaciones secundarias-

Vista de la fachada principal del edificio de viajeros

El edificio de viajeros, el tercero de la línea y diferente al original, constituye un interesante modelo de arquitectura ferroviaria que se repitió, al menos, en Pinto y Ciempozuelos. Consta de dos plantas que distribuían, en la inferior, las dependencias de los servicios de la estación, es decir: vestíbulo de viajeros, salas de 1ª, 2ª y 3ª clase, despacho del jefe, factoría de gran velo­cidad y telégrafo, almacén de gran velocidad, efectos de la estación y suplementarios; en la primera planta se situaban las viviendas para el Jefe y dos factores.

Los alzados, con la imagen usual de la arquitectura ferroviaria y, en general, la referente a las obras públicas del siglo XIX, se realizan de rafas de mampuesto y bandas de ladrillo, a imitación del aparejo toledano. Tanto los huecos como las impostas y cornisa se hacen de ladrillo con aparejo bien trabajado y detalles neomudéjares y neoclásicos, como las bandas triscadas, dinteles y arcos a sardinel, aleros volados de ladrillo, piezas aplantilladas, azulejeria, etc. Se componen con énfasis horizontal marcado por las bandas de ladrillo, alero e impostas, contra­rrestado por los huecos marcadamente verticales y de gran tamaño: puertas en planta baja y ventanas con antepecho de ladrillo triscado en lo superior; los fachudos menores, que son los hastiales de la construcción, son más opacas y tienen huecos menores, pero igualmente deco­radas con esmero.

Alzado principal del edificio de viajeros- Fachada a la vía, 1926

Se construye el edificio, entonces, de muros de carga de aparejo toledano con esquinales encadenados de piedra, zócalo de hormigón -a diferencia de la estación de Pinto, que es de sillería, por ser más económica su construcción-; la cubierta es de teja plana sobre estructura metá­lica de cerchas a dos aguas. Posteriormente se añadió el porche acristalado en el muelle principal que altera completamente su defini­ción arquitectónica.

Vista de la casilla de enclavamientos

La casilla de enclavamientos tampoco es la original, aunque se mantiene su localización. También muy sugerente, se compone de una base de muros de ladrillo de sencilla decoración con pilastrones de piedra y una primera planta de pilares metálicos y cerramiento de ladrillo y grandes huecos de carpintería de madera y cubierta a dos aguas con alero de madera y gran balcón metálico corrido en L sobre ménsulas de hierro con barandillas en cruz de San Andrés del mismo material. Su imagen final corresponde a una arquitectura industrial ligera con detalles de villa de recreo del siglo XIX.

Vista del muelle cubierto

El muelle cubierto, solicitado por el Ayuntamiento en 1917 y 1919, es una construc­ción sencilla de ladrillo con cubrición a dos aguas muy volado mediante cerchas metálicas, con aleros de madera y huecos recercados en piedra -dinteles y alféizares-.

El transformador, enfrentado a la casilla de enclavamientos, es un edificio de volúmenes maclados con cubierta a cuatro aguas en el cuerpo principal, zócalo de sillería y cerramientos reves­tidos en yeso con pequeños huecos. Es una cons­trucción arquetípica de la posguerra, con detalles tradicionales y claridad compositiva.

El resto de los edificios no tiene interés: el cuerpo de viviendas, probablemente de 1919, se ha reformó desacertadamente y la cantina, con discreto proyecta de 1983 del arquitecto Agustín García-Cruz Valle, no establece una rela­ción acertada con el edificio de viajeros anejo.

En el transcurso de la línea férrea por el término municipal se realizaron una serie de actuaciones para salvar los caminos y accidentes orográficos principales: destacan el puente de ladrillo con embocaduras de piedra que salva el camino de San Martín de la Vega, así corno el posterior enfoscado sobre un arroyo antiguo, llamados viaducto de los Prados (construido con objeto de canalizar la gran cantidad de agua que, siendo una de las zonas más bajas del término municipal, se acumulaba en el terreno en la época de lluvias abundantes y también como paso inferior de los labradores y comunicación con los pueblos vecinos, Ciempozuelos y San Martín de la Vega).

Vista del Puente Verde. Litografía de Pic de Leopold - 1851

Ambos origi­nales y reformados en 1862 por un incendio; el más interesante es el puente del camino de Gózquez, denominado Puente Verde, que cruza la vía al norte de la estación, aunque reformado en 1948: es un puente metálico construido en el primer momento de la linea, con grandes cerchas de hierro que conforman la barandilla del puente, apoyado sobre estribos de muros de carga de ladrillo que se abren en los accesos al puente ampliando el paso del camino; se decoran con albardillas de piedra, imposta y encadenados del mismo material. El Viaducto de los Prados, de piedra de Colmenar, tenia cinco tramos con cuatro pilas y estribos con zócalo general, longitud de 66 m y altura de casi 8. Además, se levan­taron los pasos de Entregas, Caceras, Buzanca y Fuente Nueva.

Puente del camino de Gózquez (Puente Verde)

En las últimas décadas se ha realizado la cantina y la reforma de las viviendas de empleados, así como, mas recientemente, se amplió el número de plazas de aparcamiento, incluyendo un edificio para este fin.






Documentación

  • Archivo General de la Administración Obras Públicas RENFE, Caja 11.527. Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante. Linea de Madrid a Almansa. Estación de Valdemoro Proyecto de nuevo edifico de viajeros, 1926. Ing. Barón.
  • Archivo General de la Administración Obras Públicas. RENFE, Caja 9.613. Estación de Valdemoro. Proyecto de andén. 1947. Ing.: ilegible.
  • Archivo General de la Administración. COAM, exp. 15549/83 Proyecto de Ejecución de Cantina de la Estación de Ferrocarril de Valdemoro, 1983. Arqto. Agustín García-Cruz Valle.
  • Cartoteca de la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transporte, sig. CM PH-10C-C4_40-42 Plano topográfico del camino de Hierro de Madrid a Aranjuez, 1848. Ing. Pedro Lara y Meliá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario