La ocupación romana en Valdemoro


Imagen de portada del libro "Vides Monumenta Veterum - Madrid y su entorno en la época romana"
MUSEO ARQUEOLÓGICO REGIONAL

El vicus altoimperial
De la Ermita de Santiago.

En torno al siglo I y II d. C rondando el inicio de nues­tra era y aprovechando las ventajas ambientales y de geolocalización de lo que más tarde fue el paraje de la Ermita de Santiago se asentó un Vicus o zona de pro­ducción en ese emplazamiento, que mantenía su impor­tancia desde época prerromana (carpetana), de la que únicamente tenemos testimonios materiales cerámicos.

Se trata, hasta el momento, del mayor recurso arqueológico con que cuenta Valdemoro, del que sólo conocemos parte de su planta, puesto que no se ha llegado a excavar, y únicamente se ha realizado una limpieza inicial para valorar su entidad y potencialidad histórica, conservándose cubierta y protegida, como una "reserva arqueológica".

El vicus o aldea de Ermita de Santiago estaría forma­do por varias casas, con cimentaciones de zócalos de piedras, alzados de adobe y cubierta de tejas, divididas en varias estancias, con posibles espacios dedicados tanto a la agricultura y ganadería, como a actividades artesanales y/o industriales, como son la producción alfarera, de vino o aceite. Este emplazamiento mantuvo su pujanza hasta finales del siglo III, favorecido posi­blemente por su envidiable situación geográfica, junto a una vía de comunicación y próximo a una importante zona productora de sal (Salinas de Espartinas) que ha­ría que se mantuviera, incluso en su época de decaden­cia, hasta finales del siglo V.

Una zona industrial en una de las vías de comunicación de época romana. Hornos cerámicos, hornos de cal y áreas de procesado de materias primas. Un emporio comercial y productivo en torno al Arroyo de la Cañada.

Pileta para el procesado de vino y/o aceite

El vicus de la Ermita de Santiago desarrolló un un importante despliegue económico asociado a la producción de los elementos agrícolas e industriales constituyendo una importante área de producción tanto de materiales constructivos (cal), como de fabricación cerámica y de produc­tos agroalimentarios, como el vino y el aceite.

Se han identificado varias estructuras desti­nadas a la elaboración de vino y/o aceite, docu­mentándose, un torcularium, con la localización de varias piletas o plataformas de prensado y estancias en las que se cocía, salaba y perfu­maba el mosto. Igualmente hay evidencias de la existencia de varios hornos cerámicos, así como de áreas de vertidos de desechos de actividades alfareras, que demuestran la fabricación de vasijas en el yacimiento y posible comercio y/o intercambio con otras zonas de la península, como lo demuestran los sellos de térra Sigillata procedentes de talleres cerámicos de La Rioja hallados en el enclave.
Por otro lado, se han localizado hasta tres hornos de cal. La cal era uno de los materiales más importantes y trascendentes en el mundo romano. La existencia de los hornos de cal y la producción de elementos asociados a la cons­trucción es una actividad que resurgió a partir del mundo moderno, más de diez siglos después, y ha sido una de las principales actividades productivas de Valdemoro hasta casi entrado el último milenio.

Detalle del acceso a otro de los hornos de cal. Ermita de Santiago

De vicus a domus
La decadencia de la Ermita de Santiago a partir del siglo IV d.C.

Tras la crisis económica del siglo III después de Cristo, el modelo de producción centralizado cambia y se tiende a una diseminación de la actividad. Los grandes centros de producción dejan de ejercer un control territorial amplio y se establecen pequeñas ocu­paciones de menor intensidad. En Valdemoro, además de los restos romanos de la Ermita de Santiago, se han identificado restos de este periodo (siglos IV-V d. C) en El Colegio.

En el yacimiento de la Ermita de Santiago el vicus entra en decadencia, reduciéndose el tamaño de la ocupación y de la producción industrial. Tan solo quedan restos de actividad alfarera, que se mantiene tímidamente. Así, del gran vicus pasamos a una pequeña domus o casa donde, no obstante, siguen manteniéndose los cánones de comodidad y lujo delas residencias romanas. El edificio estaba organizado en torno a un atrio central o patio con un impluvium central (estanque cuadrangular donde se recogía el agua de lluvia) al que se abren una serie de estancias cuadrangulares, decoradas con pintura mural. Este tipo de estructuras comienzan a ser abundantes en el entorno rural de la meseta. En Pinto hay un enclave parecido en el yacimiento de la Indiana. Las áreas destinadas a la producción artesanal se desgajan de la zona doméstica y comienzan a aparecer, junto a la domus, pequeñas cabañas donde residen los operarios de la zona artesanal y agrícola.
La domus se abandonó de una forma rápida, como consecuencia de la inestabilidad económica generada por las invasiones bárbaras, que acentuaron la decadencia de la vía de comunicación como ruta comercial y se transformó en vía de penetración de los invasores.

Yacimiento Ermita de Santiago



Música: en la antigua roma

Fuente: Exposición Antes de Vallem Maurii 2019

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