Valdemoro siglo XX

Vista aérea, 1922. 
Ejército del Aire. Centro Cartográfico y Fotográfico.

Aunque los primeros años del siglo XX fueron propicios para un moderado crecimiento demográfico en Valdemoro (aumenta de 2.895 habitantes en 1900 a 3.517 en 1930, a pesar del descenso de 1920, debido seguramente a la gripe), el declive por causa de la Guerra Civil fue muy importante, casi un 30%, pues se redujeron a 2.713 almas en 1940.
La recuperación fue lenta. Aunque no se alcanzan las cifras de Getafe, Pinto o Leganés, todas ellas ya ciudades medias, la población se dobló en 15 años (entre 1960 y 1975) para doblarse de nuevo en la siguiente década y otra vez en los posteriores 15 años (entre 1970 y 1986 un 163.1%, frente a un 38.4% del total del área sur y un 27 % de la Comunidad). Este aumento fue impulsado por la incorporación al censo de los militares del complejo de la Guardia Civil y la apertura del centro penitenciario. Gracias a la expansión inmobiliaria, la competitividad de los precios, la mejora de los accesos por carretera y tren, y la intensificación del empleo local, la población alcanzó en 2001 los 35.000 habitantes (un 100% más que en la década anterior).

Vista aérea del Colegio de Guardas Jóvenes, 1922.

En cuanto a la edificación, en 1910 había 398 edificios y albergues en compacto y 24 aislados. En 1957 se contabilizaban 347 edificios destinados a vivienda y 45 a otros usos.

A principios del siglo XX el cuartel de la Guardia Civil se encontraba en la calle del Pozo Chico, pero poco después de la Guerra Civil se traslada a la plaza de las Monjas.

Había en la población, al menos, cuatro fábricas de yeso reseñadas, tres fuentes, tres escuelas, tres conventos y seis eras, todas al norte del casco.

La transformación urbana más importante de Valdemoro se produjo en el último cuarto de siglo, tras formar parte del segundo cinturón industrial de Madrid; sin alcanzar el desarrollo de municipios más próximos a la capital. Las causas de la ralentización de su crecimiento, frente a otros municipios, son la mayor distancia a Madrid, la presencia de suelo abundante y barato en el área metropolitana inmediata y la falta de infraestructuras de comunicación, hechos que permitieron que en los años 60 se conservaran todavía muchas casas solariegas con jardines y que en 1974 el casco se mantuviera prácticamente intacto.

Vista aérea, 1940. Ejército del Aire. Centro Cartográfico y Fotográfico.

El primer tercio de siglo supuso para Valdemoro un cambio sustancial respecto a sus equipamientos y servicios urbanos. En estos primeros años del siglo XX, se planteó la sustitución del antiguo matadero municipal -contiguo a la población y sin las infraestructuras básicas, a pesar de su reciente construcción- con un nuevo proyecto del arquitecto Rafael Martínez Zapatero, del año 1915. 

Alzado del matadero municipal,1915.

Planta del matadero municipal,1915. 
(La cuidada planta de 800m. establece una cruz a la que se le añaden lateralmente dos grandes corrales, uno de gran altura, donde se encuentra el ganado, y otro menor perpendicular, con oficinas y otras dependencias.)


La villa de Valdemoro destaca en el tema de la enseñanza, con gran desarrollo desde el siglo XVI. En 1914, había tres escuelas de primeras letras, otras tres de la Fundación del conde de Lerena y dos más de primera enseñanza de niñas y párvulos en la Casa de San Nicolás, la más concurrida de Valdemoro en este momento, aunque, al parecer, con inadecuadas instalaciones de las escuelas públicas; para suplir esta carencia Mariano de Lázaro y Aguado propone en 1916 construir, en una finca suya derruida en la calle Grande nº31, dos aulas para clases de niños y niñas y alojamiento de profesores y sus familias, instalaciones que serían alquiladas al Ayuntamiento.

Proyecto Grupo Escolar 1935

Posteriormente, durante la República se presentó el proyecto de Grupo Escolar, redactado en 1935 por el arquitecto Manuel López Mora. Se encuentra en un espacio urbano situado en ese momento en el extrarradio de la villa, rodeado de huertos y eras, sobre las calles Tenerías y San Vicente de Paúl y al este do la Ermita del Cristo de la Salud.

Este proyecto, seguramente no construido debido a la inminente contienda, fue variado posteriormente con un nuevo documento, redactado probablemente en 1945. Se le añadieron al año siguiente otros dos proyectos en referencia al muro de cerramiento y arbolado, realizados por el aparejador municipal Miguel Leyva. El conjunto se estaba levantando dos años después.

En cuanto a la arquitectura recreativa hay que reseñar el teatro de la calle Grande -citado desde mediados del siglo XIX y cinematógrafo desde 1911-y los dos casinos que, a finales de dicha centuria y comienzos de la siguiente, se encontraban, respectivamente, en la plaza de la Constitución, ocupada hoy por el Ayuntamiento nuevo (casino utilizado por las clases acomodadas), y en la calle de la Sartén -hoy Nicasio Fraile (de la Guardia Civil), ambos derruidos en la actualidad.

Respecto a la edificación singular, la Guerra Civil constituyó, sin duda, un momento de infle­xión en su historia por los daños causados.

La línea de batalla durante la Guerra se encontraba cerca de la villa; las fuerzas nacionales tomaron Valdemoro tres meses después de comenzar la guerra, aunque continuaron las ofensivas aéreas republicanas, que destrozaron parte del casco urbano y en especial la Casa de San Diego de las Hermanas de la Caridad -tras los estragos causados por los bombardeos y su impo­sible reconstrucción, en 1945 se decide vender el edificio, siendo convertido en Cine Alarcón y posteriormente en restaurante-. También el convento de las Clarisas fue saqueado y en parte destruido, así como la iglesia parroquial, la ermita del Cristo de la Salud, que fue reducida a escombros, la capilla de San Nicolás, profanada, y las casas de los Padres Paúles, que acabaron con graves destrozos.

El Juncarejo se convirtió, sucesivamente, en hospital de heridos de ambos bandos, así como el Colegio de Guardias Jóvenes lo fue para las fuerzas nacionales. El teatro fue convertido en albergue de soldados, que produjeron importantes destrozos en el edificio. En el Castillejo, cerca del arroyo de la Cañada y de Ciempozuelos, se pueden todavía encontrar varios atrincheramientos.

Tras la Guerra el Ayuntamiento procede con urgencia a reparar los edificios públicos destruidos o dañados en la contienda y establece ayudas a los agricultores.

A mediados del siglo XX, la villa se recuperaba para alcanzar los niveles urbanos obtenidos a comienzos de la centuria; en este momento había tres escuelas de niños, tres de niñas, dos de párvulos y tres colegios de enseñanza privados, así como teatro-cine y baile, alcantarillado, fuentes y matadero, posada y varias casas de huéspedes, dos médicos, veterinario y farmacia.

Plaza y fuente de la Piña, 1914

Durante la posguerra el aparejador muni­cipal, Miguel Leyva, realiza una serie de proyectos para diversos espacios públicos de Valdemoro, como los de la plaza de la Piña, para la cual diseña un quiosco de música y otro de refrescos, ambos de 1947; la ampliación del jardín de la fachada principal del Colegio de Guardas Jóvenes en la plaza Duque de Ahumada, y el cerramiento del monumento a los proyecto de 1947 -la Cruz se diseñó en 1944 y fue inaugurada dos años más tarde-.

Quiosco de música para la plaza de la Piña, 1947.

Otras propuestas, en cambio, mejoraban las infraestructuras del municipio, como la construcción e instalación de abrevaderos en la plaza de Cánovas del Castillo, hecho que supone el traslado de esta función de la fuente del Pozo Bueno al Camino de Torrejón. Asimismo, este mismo año de 1947 Miguel Leyva reforma el edificio propiedad del Consistorio sito en la plaza de Autos con vuelta a calle Eloy López de Lerena, que estaba destinado a escuelas, para habilitarlo como Jefatura del FET y de las JONS, para lo cual se trasladan las escuelas al Grupo Escolar de nueva construcción.

El mismo aparejador redactó un proyecto de una fábrica de yesos y escayolas en 1941 para Yesera Nacional.

En cuanto a la vivienda, hasta después de la Guerra Civil (con la construcción de 33 viviendas unifamiliares por parte del IVIMA en el camino de la estación), no comienza la villa a acercarse a la linea férrea, precisamente uno de los artífices del crecimiento de Valdemoro. A excepción de este ejemplo y otros aislados dentro del casco, se realizaron pocas agrupaciones residenciales en la villa.

Planta del proyecto del cine-teatro, 1948. 

En 1948 se presenta el proyecto de reconstrucción del cine de la calle Grande, que mantiene la cubierta de estructura de madera y muestra la sala y el escenario con capacidad para 350 personas. En 1978 se derriba, dado su estado ruinoso, y se presenta en 1984 el proyecto para Centro Sociocultural y Teatro Municipal", obra terminada en 1986.

Vista aérea, 1961. Paisajes Españoles.

Vista aérea del casco histórico, 1961. Paisajes Españoles

Este crecimiento obliga a construir el conjunto de servicios urbanos básicos que requiere una población del tamaño de Valdemoro: así, en 1965 se presenta el proyecto de abastecimiento de agua, con un depósito en la carretera de Torrejón de Velasco, y un amplio conjunto de equipa­mientos educativos, culturales y asistenciales, especialmente el dedicado a la infancia y juventud, entre ellos figuran en el año 1997: Universidad Popular y Escuela Permanente de Adultos, Casa de la juventud, 25 centros educativos -13 de infantil, 8 de EGB, 3 de BUP y 1 de Formación Profesional, biblioteca, dos centros culturales, cine, plaza de toros. Centro de Salud, Centro de Minusválidos, 3 centros de tercera edad y centro de servicios sociales-.

Núcleo urbano, 1975. COPUT Cartoteca.

Se preserva el casco histórico mediante la constitución de un Catálogo con 36 elementos (sin especificar el grado de protección pero con una amplia visión, mermada en documentos posteriores) y se rehabilitan una serie de edificios de interés.

Económicamente, hay que destacar el desarrollo de la producción de yeso, actividad tradicional del término municipal, que alcanza su punto álgido en 1928 con diez fábricas de yeso y escayola, cuyo declive se produjo por la falta de modernización de los sistemas de producción. En el casco urbano, según el plano de 1923 realizado por el Instituto Geográfico y Estadístico, había, al menos, cuatro fábricas de yeso. Asimismo, so podían contabilizar las fábricas de gaseosas y de losetas. La industria agrícola, basada en la elaboración de vino, entró en decadencia con la filoxera, que atacó la mitad de la superficie de viñedo; la Guerra Civil redujo, a su vez este cultivo a un 9%. Destacaba, en menor medida, la elaboración de aceite y el cultivo de cereales. El pequeño comercio se resumía en 14 tenderos y 15 tahoneros a comienzos del siglo XX.

Vista de Escuela Infantil en calle General Martitegui.

Vista de pabellón cubierto en las instalaciones deportivas del paseo del Prado..

Casi dos décadas después de la contienda, en 1957, la producción agrícola se mantenía en el secano (olivos y viñedos) y aumentaba en el regadío, mientras que la ganadería, tradicionalmente estancada, se decantaba hacia las granjas avícolas, con cinco establecimientos y 10.000 gallinas, cifras a las que hay que añadir la cabaña ovina de 2.000 cabezas. La industria de extracción de yeso se apoyaba en 10 fábricas de yeso y escayola con 200 obreros -45% de la población laboral-; poseía, además, matadero, tres almazaras, molino de piensos, tres tahonas y cuatro talleres mecánicos, es decir, una producción industrial poco diversificada y desarrollada; en cambio, respecto al comercio, encontramos una variedad que manifiesta el carácter de centro comarcal de Valdemoro: 14 bares y tabernas, 2 pescaderías, 4 fruterías, 8 tiendas de ultrama­rinos, 4 carnicerías, 2 droguerías, 5 mercerías y 3 salchicherías.

La cifra de establecimientos industriales de Valdemoro en 1993 es de 206, con 2.710 empleados (el número dos de la zona sur). En 1996 la proporción de los sectores primarios, industrial y construcción disminuye para aumentar el de servicios, especialmente los dedicados a equipamientos socioculturales y queda en un segundo término el comercio y la hostelería.

La actividad económica se centra en los polígonos industriales y los servicios asociados a dicha industria; el sector agropecuario no tiene la importancia de centurias pasadas, pero aún mantendría más de un 63% de la superficie de su término municipal de terreno cultivado, aunque sólo la mitad registran algún uso, destacando los olivares y los viñedos. El suelo agrícola se va sustituyendo sucesivamente por suelo industrial y residencial, ante la presión del crecimiento demográfico.

El sector servicios, el que más empleo produce, es el de mayor expectativas de desarrollo ante este crecimiento demográfico y las necesidades que genera, tanto educativas, culturales y sanitarias como de seguridad.

Vista aérea, 1983. Paises Españoles.

Para retener y atraer la creación de empresas -frente a la cercana Toledo, más barata y con más apoyo financiero de la Unión Europea- se procedió a mejorar el paisaje urbano y a establecer un sistema de infraestructuras atractivo para las empresas, para lo cual, sólo entre 1983 y 1993 se actuó en 7,3 Km de viales y más de 100.000m2 de intervenciones en diferentes barrios, así como 50.000m2 de equipamientos (piscinas, polideportivos, centros escolares, depuradora, residencia de ancianos, escuela Infantil y casa de niños, centro ocupacional, recinto ferial, plaza de toros y casa de la juventud) y 271.000 m2 de parques y jardines (en 1987 se Inaugura el parque Duque de Ahumada en el solar de la antigua Compañía de Guardas Jóvenes y sus instalaciones, trasladada al norte de la villa). 

El Plan Regional de Estrategia Territorial de la Consejería de Obras Públicas de la Comunidad de Madrid asigna a Valdemoro un carácter de "Foco Metropolitano de Actividad" ante la existencia del ferrocarril de cercanías y mejora de la accesibilidad de la zona con el nuevo viario regional, M-50, que puede permitir el crecimiento productivo de tal forma que la mayor parte de su población pueda trabajar en el mismo municipio. Este Plan Regional promociona el crecimiento residencial apoyado en la creación de un tejido empresarial que atraiga el consiguiente aumento de la demanda de trabajo.

Sin duda, el conjunto residencial e industrial de mayor importancia es el barrio del Restón, con tres millones de m2 de suelo Industrial y 3.200 viviendas. La creación de este conjunto residencial propició el surgimiento de equipamiento diverso, como el Centro de Barrio y la Concejalía de El Restón, el parque Lineal, Centro de Salud, residencia de mayores, centro de día y Colegio Público, así como la erección de una escultura de Leiro, denominada El Astronauta.

Los otros dos grandes crecimientos previstos eran El Caracol, junto al parque de Tierno Galván, al sur de la población, donde se construirán 1.185 viviendas servidas por un nuevo acceso a la N-IV, y la UDE Norte-Oeste, cerca del Colegio de Guardias Jóvenes, con 4.100 viviendas más.

El nuevo planteamiento viario en la zona sur de la Comunidad se centraba en el nuevo trazado de la Autopista del Sur R-4, que discurre al oeste del término y confluye con la actual N-IV en el límite con la provincia de Toledo, al sur de los polígonos industriales; viarios regionales en sentido NO y SE; y, por último, el acceso desde la N-IV al Parque Temático de San Martín de la Vega.

Núcleo urbano, 1988. COPUT Cartoteca.

El Suelo no Urbanizable de Protección Especial incluye las vías pecuarias, el Parque Regional del Jarama, la vega del Arroyo de la Cañada -espacio de interés Agrícola y Ambiental- espacios de interés Forestal y Paisajísticos y espacios de interés ecológico, dentro de los Secanos de Valdemoro, en la zona sur.

Para proteger los valores arquitectónicos y urbanísticos de la villa el núcleo urbano de Valdemoro fue inventariado como Conjunto Histórico-Artístico de segundo orden en 1967-se incorporó como Conjunto Histórico Artístico en 1981, siendo declarado Bien de Interés Cultural ese mismo año.

Otros elementos catalogados por la Comunidad de Madrid son la plaza de la Constitución y la Fuente de la Villa. Al sur del término se catalogó, además, como espacio natural por la Consejería de Política Territorial los denominados Secanos de Valdemoro y la Comunidad adquirió la finca El Espartal, con 1.318 ha. e importante interés arqueológico -declarado Bien de Interés Cultural en 1995-, con una reserva de 715 ha. destinadas a parque regional.