El Astronauta


En el centro de la Plaza del Universo de Valdemoro, hay una gran escultura de un astronauta, que representa el primer paso del hombre sobre la Luna. Sólo por esta escultura de El Astronauta, ya merece la pena una visita a Valdemoro.

A finales del Siglo XX, el polémico alcalde de Valdemoro, Francisco Granados, encargó la realización de una escultura, que pudiera convertirse en el símbolo del nuevo barrio de El Restón de Valdemoro. El lugar elegido para situar ese nuevo símbolo de modernidad de la zona sería la Rotonda de los Tritones, cuyo centro tenía un diámetro de unos 60 metros.


Francisco Leiro Lois, nacido en Cambados en 1957, que ya era un artista consagrado cuando se diseñó el proyecto, fue el escultor elegido para realizar dicha obra.


La idea aludía al futuro y para ello el escultor pensó en un astronauta en acero inoxidable. El artista decidió representar un astronauta caminando, de unos cuatro metros de altura, en acero colado. 


A partir de un dibujo realizó una maqueta en escayola, después, en su estudio de Nueva York la modeló a tamaño natural en poliespán y desde allí viajó a Madrid, a la fundición Capa, en Arganda del Rey, especializada en realización de obras de arte en metal. La técnica elegida fue la de fundición a la arena y cada parte de la escultura fue fabricada de forma separada.
El tiempo total de elaboración rondó el año, considerando los bocetos, moldes y la fabricación de la escultura.
La obra final pesa 3.500 Kg y tiene unas dimensiones de 4 x 3 x 2,5 metros.


La instalación se realizó el 17 de octubre de 2001. Para ubicar adecuadamente la obra, se decidió colocar en el centro de la rotonda un casquete esférico, recubierto de carbón, para simular la superficie lunar. De esta manera se buscó dar mayor sensación de ingravidez y aumentar el contraste con el metal de la escultura. El casquete esférico también fue fabricado en metal por la Fundición Capa.


La escultura va anclada sobre uno de los pies a la esfera y su centro de gravedad está desplazado del soporte. El coste de la escultura fue de 240.000 €, que lo sufragaron los promotores del barrio El Restón. El Ayuntamiento de Valdemoro se hizo cargo de la remodelación de la rotonda.

A medida que nos acerquemos nos iremos dando cuenta de que, efectivamente, se consigue la sensación de ingravidez que buscaba el autor, como en la siguiente foto.


El Astronauta es un símbolo de progreso, futuro y afán de superación, por lo que se ha convertido en emblema de Valdemoro.


Por último, se decidió cambiar el nombre de la Rotonda de los Tritones, que pasaría a ser la Glorieta del Universo.






Música: 2001 Odisea en el espacio