Atlético Valdemoro ha cumplido 50 años.

Un 15 de diciembre de 1966 nacía el Atlético Valdemoro, club decano de la localidad e histórico club de nuestra Comunidad, que llegó incluso a luchar por el ascenso a Segunda División "B" en sus buenos momentos y que a día de hoy, intenta sobrevivir en Tercera Regional sin dar su brazo a torcer.




Ese 15 de diciembre de 1966 se puso en marcha este entrañable club, su primera denominación sería Agrupación Deportiva Valdemoro vistiendo los colores del Rayo Vallecano, en la temporada 1967/68 jugaría federativamente en el grupo 1º de Tercera Regional, para al año siguiente ya bajo la denominación de Atlético Valdemoro se quedaba a las puertas del ascenso a Segunda Regional con una tercera plaza detrás del Arganda y el Ribereño (con quien empató a puntos).

El ascenso a Segunda Regional llegaría en la temporada 1969/70, lo lograría un 31 de mayo de 1970 venciendo en su campo al Tarancon por un cómodo 6-1, logrando también el liderato por delante del Ciempozuelos y el Ocaña.

Dejaría la Segunda Regional tras ascender a Primera Regional en la temporada 1971/72, debutando por tanto en la temporada siguiente en Primera Regional, temporada que coincidiría con la creación de la regional Preferente, categoría que lograría llegar al ascender el año siguiente, ya estaba a las puertas de la Tercera División, otro de los objetivos del equipo en esos años.

Hay que recordar que en aquella época había tan solo un grupo de cada una de esas categorías. El primer triunfo importante del equipo sucedería en la temporada 1973/74, en ese año militaba en Preferente y lograba la Copa Ramón Triana jugando la final contra el Arganda venciendo por 2-1, el conjunto rojiblanco había quedado primero de su grupo por delante del Rayo Vallecano Aficionado, era el máximo trofeo a nivel regional de la Federación Castellana de Fútbol.



Después de volver a Primera Regional el equipo valdemoreño lograría un nuevo hito en el fútbol de la localidad al ascender por primera vez a Tercera División un 3 de junio de 1979 tras vencer en el último partido de liga al Conquense por 2-1, lograba la segunda plaza de su grupo de Preferente por delante precisamente del Conquense.

En su primera temporada en Tercera División (1979/80) quedaría en 18ª posición de 20 equipos, manteniendo la categoría. En esa temporada llegaría otro de los buenos recuerdos del equipo, la eliminatoria de Copa del Rey ante el Atlético de Madrid a doble partido, el primero de ellos jugado en el municipal de Valdemoro dónde los colchoneros ganarían por 1-3, pero jugando un gran partido en el Vicente Calderón dónde lograrían empatar a 0.

Para la temporada 1980/81 el equipo se vería relegado al descenso, incluso bajaría hasta Primera Regional, sin embargo, el "alma" competitiva del club le volvería a colocar en Tercera División para la temporada 1985/86 tras una extraordinaria campaña en Preferente superando a equipos como Moscardó, Almagro, Fuenlabrada o Carabanchel.

En Tercera División jugaría siete temporadas consecutivas, otra de las épocas gloriosas del club, el Atlético Valdemoro volvería a hacer historia en la Copa del Rey en la temporada 1986/87, en esa temporada llegaría a jugar contra el Real Betis después de eliminar en partido único al Leganés y al Conquense, el encuentro contra el conjunto bético sería espectacular, un estadio municipal abarrotado de aficionados veía como los rojiblancos se marchaban al descanso con un 2-1, sin embargo en la segunda mitad el Betis lograba dos goles en dos minutos para remontar la eliminatoria quedando el partido 2-3 para el equipo de Primera División ante un conjunto de Tercera División.

En aquel partido arbitrado por Joaquín Ramos Marcos jugaron por el Atlético Valdemoro: Bravo, Gil, Goyo, Benito, Illana, Gómez, Dela, Menjíbar, Martín, Azcona (que marcó los dos goles del equipo) y Orcajo, también entrarían al partido, Pepito y De Diego.

En la temporada 1990/91 el Atético Valdemoro daría un paso más, al clasificarse para los playoff de ascenso a Segunda División "B", quedando en tercera posición detrás de Real Madrid "C" y Fuenlabrada. En los playoffs el equipo se vería superado por el Lalín y el Zamora, quedándose a las puertas del ascenso a Segunda División "B". Al año siguiente el equipo bajaría a Preferente.

Pero tras tres temporadas en la categoría antesala del fútbol nacional regresarían a Tercera para jugar en las temporadas 1995/96 - 1996/97 - 1997/98. Su última temporada en Tercera División fue en la temporada 2001/02 tras lograr un nuevo ascenso en la temporada anterior al quedar en segunda posición detrás del Orcasitas.

Atlético Valdemoro Temporada 1995/96

El equipo no pudo mantener la categoría, y desde entonces jugarían en Preferente y Primera Regional, las dificultades económicas y las penurias también han llegado al equipo, su declive ha venido unido al abandono institucional junto a los problemas económicos, el equipo bajaría a Segunda Regional en la temporada 2012/13 y a Tercera Regional en la temporada 2013/14, desde entonces permanece en la última categoría de nuestra regional, pero orgullosos de su historia y de su escudo.

El club ha estado cerca de desaparecer últimamente, pero aún sigue dando batalla en los terrenos de juego, de momento ha cumplido los 50 años, esperemos que sean muchos más y vuelva el equipo a apasionar a los valdemoreños.



Fuente:futmadrid.com

Procesión de San Isidro



Valdemoro es un pueblo cuya economía ha estado basada principalmente en la agricultura hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX.
Los agricultores valdemoreños, como en tantos lugares, se congregaron bajo la advocación de San Isidro, patrón de los labradores españoles desde 1960. Pero la devoción de los vecinos de Valdemoro hacia el santo protector de los campos y las cosechas debió iniciarse poco después de que fuera canonizado en 1622 por el papa Gregorio XV.

En 1728 un grupo de labriegos volvieron a reunirse para crear la Esclavitud de San Isidro, como aparece denominada la cofradía en el documento fundacional. A este periodo pertenece seguramente la primera talla, donada por Manuel de Miranda, uno de los fundadores, con el deseo expreso de que procesionara por las calles del pueblo el día de la fiesta principal (15 de mayo).
Desde entonces hasta 1936 se conservan testimonios documentales que indican un culto con un número importante de seguidores.

Los actos religiosos debieron interrumpirse durante la Guerra Civil, pero una vez finalizado el conflicto reanudaron sus actividades. Seguramente entonces los miembros de la hermandad adquirieron la imagen que se conserva en la actualidad y que ha sido fotografiada en numerosas ocasiones, conservándose alguna de estas imágenes en el Archivo Municipal.




El conjunto escultórico pertenece a las llamadas figuras de Olot, fabricado en pasta de cartón madera. Está compuesto por tres elementos: San Isidro, ataviado con ropajes de campesino medieval portando en su mano derecha una gavilla de trigo y un ángel que conduce una yunta de bueyes.



Esta otra fotografía corresponde a un momento de la procesión en el que un grupo de niñas y jóvenes vestidas con trajes regionales acompañan al santo llevando cestas con ofrendas de productos agrarios - 1953. El acompañamiento de estas niñas fue un hecho excepcional, pues tan solo se produjo durante un par de años a principios de la década de los años cincuenta del siglo XX. La procesión partía de la ermita del Cristo de la Salud –donde permanece el paso de San Isidro durante todo el año- y recorría las calles del pueblo y los campos adyacentes al casco urbano con el fin de que fueran bendecidos y produjeran buenas cosechas.

Actualmente se sigue manteniendo la tradición y los labradores valdemoreños cada 15 de mayo honran a su patrón como lo han venido haciendo desde hace casi 400 años.



Fuente: Archivo Municipal

Tiempo de música y toros



La tribuna de los músicos formaba parte indispensable de la escenografía creada para configurar la plaza de toros. Desde 1895 se conservan testimonios en el Archivo Municipal que refieren las condiciones específicas que debía cumplir el interesado en su construcción. Según los documentos, la plataforma de madera debía situarse delante de la casa consistorial y era el escenario idóneo donde la banda de música del colegio de guardias jóvenes Duque de Ahumada amenizaba los intermedios entre los lances realizados por los diestros.







Colegio de Guardias Jóvenes «Duque de Ahumada»



El 3 de mayo de 1844, el Presidente del Gobierno y Ministro de la Guerra, Capitán General Don Ramón María Narváez, acepta las siete condiciones impuestas por Ahumada para hacerse cargo de la dirección de la Guardia Civil.

El Real Decreto de la fundación de la Guardia Civil, aprobado en el Consejo de Ministros del 20 de Marzo de 1844, y sancionado por la Reina Isabel II el 28 de Marzo de 1844, era una adaptación de la idea original del Primer Duque de Ahumada, en 1820, "Legión de salvaguardias nacionales", mejorado en algunos aspectos y con relación a otros modelos europeos, como la Gendarmería francesa y los Carabineros reales italianos.

El 10 de Octubre de 1844, poco más de dos millares de hombres, soldados escogidos entre lo más valeroso del Ejército, a los que el Duque de Ahumada convirtió en nobles y austeros guardias civiles, echaron a andar por los caminos de España, iniciando así una leyenda que, con el tiempo, llegaría a ser de conocimiento universal.



En 1855, once años después de la fundación del cuerpo por el Duque de Ahumada, la Guardia Civil adquiere en Valdemoro el solar de la Real Fábrica de Paños Finos situado en el centro de la localidad, tras quedarse pequeñas las dependencias del actual Centro Municipal de Cultura de la localidad vecina de Pinto.

El arquitecto provincial Bruno Fernández de los Ronderos, responsable asimismo del Colegio Marqués de Vallejo, también en Valdemoro o el Teatro Eslava en Madrid, fue el encargado de proyectar el nuevo inmueble.

Tuvo la Compañía su primera ubicación en el Cuartel de San Martín, sede del primer Tercio de la Guardia Civil en Madrid, pasando ya con doce alumnos el día 31 de julio a la localidad de Pinto y, desde ésta, a la Villa de Valdemoro, con cincuenta y cinco jóvenes, el día 26 de marzo de 1.856, a la antigua “Real Fábrica de Tapices y Paños Finos del Reino” denominada “Los Longistas”. Uno de estos colegiales bautizaría a este centro con el sobrenombre de "El Corralillo".


EL PRIMER GUARDIA JOVEN
El día 22 de abril de 1.853 se concedió plaza en la recién creada Compañía de Guardias Jóvenes a Leandro García Fernández, ingresando en primero de junio, a la edad de ocho años, dos meses y dieciocho días. Se le adjudicó el número uno en el orden general, no obstante el primer Guardia Joven que salió del Centro fue Manuel Talón Domínguez, en el año 1.855, el mismo número le fue adjudicado el día 5 de noviembre de 1.856, cuando se empezó a conceder el número de colegial, ya en la localidad de Valdemoro.


APELATIVO POLILLA
 Con relación al apelativo cariñoso de polilla, con el que se identifica a todos los alumnos de Guardias Jóvenes, ya sean colegiados o exalumnos, corren varias versiones, dejando constancia de la siguiente: Se cuenta que, hace muchísimos años, con motivo de una revista al Colegio, El General Inspector del Cuerpo observó un diminuto agujero en el pecho del uniforme de un jovencísimo alumno, casi un niño. Al serle preguntado la causa del desperfecto, el chiquillo respondió con desparpajo; "Señor, debió ser alguna polilla; lo digo porque anoche no lo tenía". A lo que añadiría el General, con infinita ternura; "Tú si que estás hecho un buen polilla".


El año 1864, visitan la Escuela de Guardias Jóvenes S.M. la Reina María Cristina y el Príncipe de Asturias, futuro Alfonso XII, que es nombrado protector de la Compañía. Transcurre el tiempo y con él aumenta el número de alumnos, por lo que por Real orden de 2 de octubre de 1879, se dispone que el Establecimiento de Guardias Jóvenes, pase a denominarse "Comandancia de Segunda Clase, de Guardias Jóvenes".
Paralelamente a la denominación de Comandancia, se da ya a este Centro, la de Colegio, la que quedaría más adelante fija, al denominársele "Colegio de Guardias Jóvenes", completándola ya en el año 1956 el entonces Director General del Cuerpo, Excmo. Señor Teniente General, Don Pablo Martín Alonso con la de "Duque de Ahumada" para así honrar y perpetuar a su ilustre Fundador. Pero el Colegio de Guardias Jóvenes “Duque de Ahumada”, que es el nombre actual de la en principio Compañía, oficialmente desde el año 1.956, aunque el Reglamento del Colegio del año 1.934 ya le da esa denominación.

Tradicional fiesta con imposición del prestigioso tricornio a los jóvenes que terminaban con aprovechamiento el plan de estudios del Colegio Duque de Ahumada.

Las letras “GJ” –Guardia Joven- del emblema y chapa del cinturón, han sido y son sus distintivo característico.

 En 1936, con el estallido de la Guerra Civil, los alumnos del centro de formación son evacuados al Balneario de la Fuensanta, cerca de Ciudad Real, mientras que el edificio es acondicionado como hospital de sangre. En 1940, una vez finalizado el conflicto, el colegio retoma su actividad habitual.

 Durante la década de los sesenta, el edificio empieza a ser insuficiente para las necesidades de una cada vez más profesionalizada Benemérita, y se adquieren varias fincas a las afueras del municipio con el fin de construir unas nuevas instalaciones.

En 1972 se inaugura el nuevo colegio y se abandonan definitivamente las instalaciones. Tras el derribo del edificio, en 1987 la parcela se transforma en el Parque Duque de Ahumada, conservando varios muros del antiguo colegio como cerramiento. En este parque y la plaza "Duque de Ahumada", podremos visitar estatuas conmemorativas..


Otra estatua de “el abuelo” como fue llamado cariñosamente, fue colocada en su día en la plaza que lleva su nombre en la Villa y que actualmente se encuentra instalada en el Patio de Armas del Colegio, delante del pabellón de aulas.

 Compuesto de dos peldaños de gradería de granito, zócalo del pedestal de mármol gris de Bardillo, basamento de piedra blanca dura de Almorquí y unos carteles tallados en mármol blanco de Italia, con las siguientes inscripciones:
“Al Excmo. Señor D. Javier Girón y Ezpeleta, Duque de Ahumada, organizador y primer Inspector General de la Guardia Civil.” 
“El Duque de Ahumada nació en Pamplona el 11 de marzo de 1.803. Murió en Madrid el 18 de diciembre de 1.869. Se erigió este monumento por suscripción entre las diversas clases del Instituto, en justo homenaje a la memoria de su ilustre organizador, inaugurándose en 1.892, año XLVIII de la creación del Cuerpo.”

La estatua, fundida en bronce es de dos metros de altura, y se halla en traje de capote y de montar, con sombrero puesto, y mostrando en la mano derecha un pliego que representa la Real Orden de fundación del Colegio de Guardias Jóvenes. El autor del monumento es el señor Nicoli. En los lados derecho e izquierdo del dado se han colocado otros carteles:
“El 10 de junio de 1.864 S.M. la Reina Isabel II nombró protector de este Colegio de Guardias Jóvenes a S.A.R. Don Alfonso de Borbón Príncipe de Asturias. En el día de hoy S.A.R. Don Felipe de Borbón Príncipe de Asturias ha presidido los actos de renovación de este Real Patronato. 27 de junio de 1.995.” 
“La Asociación de Antiguos Alumnos de los Colegios de la Guardia Civil como homenaje al viejo Colegio Duque de Ahumada y como tributo de gratitud al que fue semillero de formación y escuela del honor durante tantos años. 28 de marzo de 1.971.” 

DUQUE DE AHUMADA
(Pamplona, 1803 - Madrid, 1869)


En recompensa a los eminentes servicios realizados por su padre, a los doce años fue nombrado capitán del regimiento provincial de Sevilla.
A la edad de quince años, participó en los combates que en Cádiz mantuvieron realistas, y liberales.
En 1823 hubo de emigrar, para no verse inmerso en el proceso abierto a los Guardias de Corps de Palacio y fue ascendido a teniente coronel.
En 1831 se le nombró Coronel de Infantería. Más tarde, Comandante del segundo Batallón de Granaderos y después, Brigadier de Infantería, Jefe de Estado Mayor, Comandante General de la Primera División a las órdenes del General Narváez.
Entre sus servicios destaca: el apoyo al Infante Don Isidro en su marcha hacia Portugal; formó parte del cordón sanitario establecido en Sevilla con motivo del cólera morbo; batió y desarmó a la Brigada de carlistas que se estaba organizando en Córdoba y diezmó a la partida carlista de Don Basilio, en La Granja.


Más tarde se incorporó al Ejercito del Centro, distinguiéndose en gran número de hechos, por los que fue promovido al empleo de Mariscal de Campo en 1840. Contaba entonces con cuarenta años de edad.
 El 15 de Abril de 1884, el Ministro de la Guerra General Mazarredo nombra Inspector General de la Guardia Civil al Mariscal de Campos Don Francisco Javier Girón y Ezpeleta Las Casas y Enrile, Quinto Marqués de las Amarillas y Segundo Duque de Ahumada, hijo de aquel otro Duque de Ahumada, Ministro liberal y autor de las Salvaguardias Nacionales en 1820, a la sazón, uno de los generales de más prestigio en el Ejército Español.




"El honor ha de ser la principal divisa del Guardia Civil; debe por consiguiente conservarse sin mancha. Una vez perdido no se recobra jamás"



I
lustración sobre la cooperación que la Compañía de Guardias Jóvenes prestó para extinguir el incendio ocurrido en una era de Valdemoro en el verano de 1860.



Como referencia a los primeros 30 años de historia del colegio, sugiero el libro titulado “Reseña Histórica y Orgánica del Colegio de Guardias Jóvenes desde su fundación en 1853 hasta fin de 1881”, disponible en la Biblioteca Nacional (signatura: 1/61664), copia en la de la Dirección General, editado en el año 1.883, del que es autor Andrés Molinero y Gómez Cornejo - Guardia Joven y luego profesor del Centro.