Procesión de San Isidro



Valdemoro es un pueblo cuya economía ha estado basada principalmente en la agricultura hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX.
Los agricultores valdemoreños, como en tantos lugares, se congregaron bajo la advocación de San Isidro, patrón de los labradores españoles desde 1960. Pero la devoción de los vecinos de Valdemoro hacia el santo protector de los campos y las cosechas debió iniciarse poco después de que fuera canonizado en 1622 por el papa Gregorio XV.

En 1728 un grupo de labriegos volvieron a reunirse para crear la Esclavitud de San Isidro, como aparece denominada la cofradía en el documento fundacional. A este periodo pertenece seguramente la primera talla, donada por Manuel de Miranda, uno de los fundadores, con el deseo expreso de que procesionara por las calles del pueblo el día de la fiesta principal (15 de mayo).
Desde entonces hasta 1936 se conservan testimonios documentales que indican un culto con un número importante de seguidores.

Los actos religiosos debieron interrumpirse durante la Guerra Civil, pero una vez finalizado el conflicto reanudaron sus actividades. Seguramente entonces los miembros de la hermandad adquirieron la imagen que se conserva en la actualidad y que ha sido fotografiada en numerosas ocasiones, conservándose alguna de estas imágenes en el Archivo Municipal.




El conjunto escultórico pertenece a las llamadas figuras de Olot, fabricado en pasta de cartón madera. Está compuesto por tres elementos: San Isidro, ataviado con ropajes de campesino medieval portando en su mano derecha una gavilla de trigo y un ángel que conduce una yunta de bueyes.



Esta otra fotografía corresponde a un momento de la procesión en el que un grupo de niñas y jóvenes vestidas con trajes regionales acompañan al santo llevando cestas con ofrendas de productos agrarios - 1953. El acompañamiento de estas niñas fue un hecho excepcional, pues tan solo se produjo durante un par de años a principios de la década de los años cincuenta del siglo XX. La procesión partía de la ermita del Cristo de la Salud –donde permanece el paso de San Isidro durante todo el año- y recorría las calles del pueblo y los campos adyacentes al casco urbano con el fin de que fueran bendecidos y produjeran buenas cosechas.

Actualmente se sigue manteniendo la tradición y los labradores valdemoreños cada 15 de mayo honran a su patrón como lo han venido haciendo desde hace casi 400 años.



Fuente: Archivo Municipal

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