En abril de 1571, nació en Valdemoro Diego de Pantoja, sacerdote de la Compañía de Jesús, que jugó un papel crucial en la propagación del catolicismo en China. Ingresó en los jesuitas en 1589.
Llegó a Macao, la antigua colonia portuguesa en China, desde donde en marzo de 1600 entró en el continente disfrazado de comerciante para unirse en Nanjing a Mateo Ricci.
Junto a Matteo Ricci consiguió llegar a Pekín y allí consiguió trato de favor por parte del emperador para vivir allí convirtiendo a un buen número de chinos al catolicismo a pesar de que la ley imperial no permitía la entrada a los extranjeros, convirtiéndose en el primer occidental que paseó por la Ciudad Prohibida.
Fue, junto a Ricci, partidario de introducir la religión católica en China a través de una política de adaptación frente a aquellos que habrían preferido intentar invadir China y convertir a todo el país.
"Diego de Pantoja fue uno de los pioneros de los contactos entre Occidente y Oriente, ya que, junto a Ricci, fue el primer extranjero al que se le permitió vivir en Pekín durante cerca de 20 años", destaca el profesor Zhang Kai, de la Academia China de Ciencias Sociales. Y todo gracias a los «regalos exóticos», como unos relojes de campana y un clavicordio, con los que ambos se congraciaron ante el emperador Wan Li (1573-1620).
Escribió un buen número de obras en chino, descubrió que el Catay del que hablaba Marco Polo correspondía efectivamente con China y comenzó a desarrollar un sistema de transcripción del chino al alfabeto latino que culminaría Nicolás Trigault en 1623.
Tras la muerte de Ricci en 1610, De Pantoja consiguió que el soberano concediera un terreno para su tumba y autorizara celebrar su funeral, lo que en Occidente fue considerado un gran triunfo de la misión apostólica porque en la práctica equivalía a que el poder real daba el visto bueno al catolicismo.
La sintonía se rompió cuando el sucesor de Ricci, el jesuita italiano Nicolás Longobardi (1559-1654) censuró, por idolatría los ritos confucianos. Las autoridades chinas aprovecharon para volver al emperador contra los misioneros occidentales. Pese a los intentos que hizo De Pantoja, Wan Li firmó un edicto prohibiendo la Iglesia y expulsando a los religiosos.
Lejos de Pekín y sin el favor imperial Diego de Pantoja murió en Macao el 9 de julio de 1618.
En la Biblioteca Digital Mundial, se puede acceder a la Crónica de tierras extranjeras https://www.wdl.org/en/item/227/view/1/1/
A partir de un mapa de China diseñado por Matteo Ricci, siguiendo los sistemas europeos de cartografía, el emperador solicitó la elaboración de un texto en chino, que explicara el mapa. Como Ricci murió, comenzó el trabajo Pantoja, que tampoco pudo terminarlo pero que lo dejó muy avanzado para que lo acabara Giulio Aleni.
Relación de la entrada de algunos padres de la Cõpañia de Iesus en la China y particulares sucessos q tuvieron, y de cosas muy notables que vieron en el mismo Reyno... / [por Diego de Pantoja]. - En Sevilla : por Alonso Rodriguez Gamarra, 1605.
Biblioteca Nacional Digital de Portugal
ota do exemplar digitalizado: res-5643-p
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