Calle Gloria, hoy Eloy López de Lerena
En el siglo XVI obtenemos los primeros datos de población de Valdemoro, en referencia al número de vecinos que lo habitan, estadísticas que muestran el relieve de la villa en su entorno inmediato, considerada en 1548 entre las 268 ciudades y villas principales de los reinos de Castilla, Toledo y León: mientras en 1530 se contabilizaban 558 vecinos (viviendas) en esta población, en Arganda había sólo 262, 287 en San Martín de la Vega y 583 en Colmenar de Oreja.
El crecimiento demográfico fue constante -con 100 nacimientos por año en la primera mitad de siglo y 200 en la segunda- hasta alcanzar en 1575 la cifra de 1.005 vecinos -unos 4.500 habitantes- y reducirse paulatinamente hasta 1587 con 991 vecinos y bajar posteriormente (cuatro años después) a 926 - en 1588 ya disminuyó a 946 vecinos, 936 un año después, para subir de nuevo a 956 en 1590-.
Por lo tanto, la población rondaba a principios de siglo los 2.000 habitantes, a pesar de la expulsión de los moriscos (grupo muy importante en Valdemoro) en 1501-1502 y los 3.500 habitantes a finales del XVI -3.704, según varios autores- con una disminución en los últimos años.
Carlos I de España
El importante aumento poblacional es debido a la protección de la producción vinícola por Carlos I, la creación del villazgo y la introducción de diversas órdenes monásticas, hechos sucedidos, como veremos, en la segunda mitad del siglo XVI. Esta relativa notoriedad se refleja en el hecho de aparecer citado en 1546 en el Repertorio de caminos de Villuga dentro de la vía entre Móstoles y Chinchón (el camino a Toledo discurría por Getafe y Aranjuez no estaba aún desarrollado). La producción de vino fue apoyada por Carlos I al confirmar en 1552 una serie de privilegios de comienzos del siglo XIV para su protección, expansión y comercio, prohibiendo la entrada de uva y mosto en el término de la villa.
Felipe II de España
Felipe II compra Valdemoro al arzobispado de Toledo -al que pertenecía desde el siglo XIV reconocido por Carlos I en 1552- en 1575, cuya toma de posesión en las casas de Ayuntamiento se realizó dos años más tarde. En esta fecha vende el rey Valdemoro a Melchor de Herrera marqués de Auñón, uno de los banqueros a los que recurrió Felipe II para el sostén del esfuerzo bélico de la corona. El rey tuvo que desprenderse de un cierto número de pueblos y vasallos pertenecientes a la iglesia -entre ellos Valdemoro para poder devolver las deudas contraídas. En 1574 envió a averiguar la población de la villa, que en ese momento era de 926 vecinos, tasados a 1.132,5 mrs cada uno, valoración que resultó una de las más altas del arzobispado de Toledo. Poco después, en 1582, Felipe II solicita otro préstamo a Melchor de Herrera y éste le pide a cambio las alcabalas de Valdemoro. Auñón
La crisis económica castellana más las presiones señoriales del marqués de Auñón fueron la causa de la decadencia de la villa, reflejada en el descenso demográfico -casi un 20% en sólo diez años-, Melchor de Herrera fue acusado en 1585 de fraude a la Hacienda Real, pagando por ello 300.000 ducados, pero sin ser apartado de sus puestos en la administración y prestamista del rey. Es expulsado de la Corte en 1591 y retirado del Consejo de Hacienda. En 1595, tras múltiples pérdidas de dinero, inicia el proceso de venta de Valdemoro. La villa, por otro lado, en 1598 comenzó un pleito en contra de sus abusos.
Ante la polémica de la necesidad de un nuevo templo que permitiera a los valdemoreños un acceso más cómodo a los oficios religiosos, en 1588 el nuevo señor de Valdemoro donó 1.000 ducados para la construcción de una nueva iglesia - a los que se añadiría la misma cantidad el Concejo- .Este mismo año se fundó el convento de Carmelitas Calzados ". Asociado a este convento se hallaba la ermita de San Sebastián.
Convento
La Compañía de Jesús establece una casa alimenticia desde 1562 en la plaza actual del Conde de Lerena, con vuelta a la calle de San Nicolás, la llamada Casa de Labor. Esta riqueza, sin duda generada en parte por el desarrollo del siglo XV, no fue completamente mermada por las expulsiones de principios de siglo -1501 y 1502- del importante grupo morisco que contenía el casco urbano de Valdemoro y cuyas actividades principales eran la artesanía y construcción, como muestra un alfarje de estas fechas y procedencia custodiado en la iglesia parroquial.
Todas las descripciones destacan la inexistencia de monte y por tanto de leña - y a a comienzos del XVI desapareció parte del bosque de Valdemoro- hecho que encareció la construcción, obligando a traer la madera desde Aranjuez y otros puntos.
En la segunda mitad del siglo XVI la significación de la población se ve ampliada al constituirse en lugar de paso entre la nueva capital del reino, Madrid, el nuevo Sitio Real, Aranjuez, y una de las ciudades principales de Castilla, Toledo. Felipe II utiliza Valdemoro como parada y descanso en sus viajes a dichos puntos, hecho que constituye un respaldo al desarrollo de la villa.
Respecto al crecimiento urbano, en el siglo XVI la villa ha superado la calle Grande, como muestra la fundación del hospital de San Andrés en la misma - en la acera de los impares- y crece hacia la fuente y el convento de Carmelitas (creado probablemente en el último cuarto de siglo) hecho que posibilita el desarrollo de dicha vía principal hacia el este y la configuración de un espacio de recreo asociado a la existencia de agua, función que se ha mantenido hasta hoy en día - en toda la calle Grande, como pequeño valle y en la cota más baja de todo el núcleo histórico, las viviendas tenían pozo y múltiples manantiales, como el existente en el convento del Carmen.
Patio en Calle Grande (Actual Estrella de Elola)
Pero la necesidad de expansión de la población se vio frenada por la de sus vecinos, generándose múltiples conflictos territoriales: destaca el sucedido durante las Comunidades de Castilla, fecha en la que se devastó el bosque de Valdemoro por los propios subditos del conde de Chinchón, siendo obligado a pagar una indemnización en proporción a sus habitantes, asimismo, la disputa de Valdemoro con Ciempozuelos, perteneciente desde 1480 a los condes de Chinchón, sobre términos y mojones, abrevaderos, veredas, ejidos, pastos y otros, se resuelve con la sentencia de 1588 favorable a Chinchón, la cual recurre el marqués de Auñón al perder diversos territorios; finalmente, otros asuntos conflictivos se sucedieron con el uso de las tierras públicas compartidas con los lugares vecinos' y los producidos con la Mesta por el paso de rebaños, resueltos a favor de Valdemoro.
Es posible que todos estos factores sean los que produzcan el descenso demográfico de los últimos años de siglo, agravados por problemas económicos concejiles y del señorío, no solucionados hasta comienzos del Seiscientos.
Música: Pedro de Pastrana - Llenos de lágrimas tristes
Es posible que todos estos factores sean los que produzcan el descenso demográfico de los últimos años de siglo, agravados por problemas económicos concejiles y del señorío, no solucionados hasta comienzos del Seiscientos.
Música: Pedro de Pastrana - Llenos de lágrimas tristes
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